El pívot, que todo lo puede, comandó la postemporada y destruyó un récord de postemporada de hace 56 años con 10 triples-dobles para completar un trascendental periodo de dos meses. Lideró la victoria de los Nuggets por 94-89 ante el Heat de Miami el lunes en un aguerrido juego 5 y confirmó el primer título de la franquicia que inició en la ABA.
Jokic tuvo 28 unidades, 16 rebotes y cuatro asistencias en el juego más importante que ocurrió 55 años, siete meses y 28 días después de que los Nuggets ganaron el primer encuentro en la historia de la franquicia. Denver tuvo problemas para anotar frente a un fastidioso Heat, falló 23 de 28 tiros de tres y 10 de 23 tiros libres.
“Fue feo y no podíamos meter el balón. Pero al final encontramos la forma”, reconoció Jokic tras abrazar a sus emocionados compañeros y entrenadores. “Estoy simplemente feliz de que ganamos el juego”.
Jokic finalmente se dejó ir al saludar a sus dos hermanos mayores, Nemanja y Strahinja, así como a su esposa e hija en las gradas.
Jokic cedió el MVP de la temporada a Joel Embiid a pesar de que fue aún más dominante que en sus dos campañas anteriores, cuando fácilmente se llevó el galardón.
Pero terminó llevándose el premio Bill Russell al MVP de las Finales de la NBA tras convertirse en el primer jugador en la historia de la liga en liderar en puntos, rebotes y asistencias en la postemporada.
Jokic sonrió tímidamente mientras sostenía el trofeo de MVP en su mano derecha y a su hija, Ognjena en la otra.
En la postemporada, Jokic dominó a sus rivales con una serie de tiros espectaculares de corta y larga distancia, increíbles asistencias y poderosos rebotes en ambos lados.
Cuando no estaba en la duela era el fan más importante, saltando de jubilo cuando su equipo mantuvo a raya al Heat en el jugo 4. El lunes mostró sus emociones en un tiempo fuera en el tercer periodo cuando el equipo llegó a estar abajo 64-60.
Al preguntarle qué se siente finalmente ser campeón, Jokic simplemente dijo: “Es bueno. Es bueno. Hicimos el trabajo. Nos podemos ir a casa”.