Este viernes se llevó a cabo la séptima etapa del Giro de Italia que pintaba llamativa por el primer encuentro con la alta montaña, pues tenía llegada en un puerto de primera categoría tras recorrer más de 200 KM con paso por otros dos puertos de segunda. Pero la jornada fue decepcionante.
Desde el arranque hubo tres valientes hombres en fuga: Pestilli, Vacek y el italiano Davide Bais (ganador de la etapa). La licencia para ellos fue tal que por momentos superaron más de 11 minutos de diferencia respecto al pelotón, se llevaron todos los puntos de la montaña y nunca se vieron apretados.
La escapada tuvo éxito y ascendieron a un ritmo tranquilo el puerto de primera categoría, midiéndose sin ataques hasta que en los últimos metros Bais del Eolo Kometa (equipo de Alberto Contador) lanzó el zarpazo y se llevó la etapa en solitario seguido de Petilli y Vacek que poco importan a la general.
Fue una etapa decepcionante, sin ninguna emoción en el pelotón que se rotó la responsabilidad de perseguir a medias. Quick Step lo intentó por momentos con Ineos y Jumbo; pero al final fue el DSM quien tomó las riendas en aras de mantener la maglia rosa de Leknessund un día más… Y no hubo ningún damnificado importante en la general, pues todos los interesados y favoritos fueron de paseo.
Este sábado será una etapa de media montaña donde se espera la acción de los aventureros previo a la contrarreloj individual del domingo que marcará diferencias serias en la clasificación.