Etapa relativamente tranquila en el Giro de Italia. La jornada 12 de competencia puso un trazado de 185 kilómetros entre Bra y Rivoli. La lluvia no faltó durante los primeros kilómetros, pero después mermó para aliaviar los presentimientos de más caídas y abandonos. Harm Vanhoucke y Kaden Groves fueron los que se retiraron.
Muy temprano, hubo un quiebre masivo. 30 corredores se distanciaron del grupo mayoritario de favoritos y empujaron hasta tener tres minutos de diferencia. A falta de 80 kilómetros, Nico Denz, Alessandro Tonelli, Sebastian Berwick y Toms Skujins aprovecharon un paso estrecho por una glorieta para apretar el acelerador y desprenderse.
La aventura del cuarteto estiró todo y Tonelli fue el único que no logró dar la talla en el ascenso a Sacra di San Michele, puerto montañoso de segunda categoría. Para ese punto, iniciaba el descenso con Denz, Skujins y Berwick sacando tres minutos de distancia sobre los perseguidores y casi nueve con respecto al grupo de Geraint Thomas.
Todo estaba dado para los tres hombres lucharan entre ellos por el triunfo de etapa. Denz era el que más empujaba y metía nervios en los otros dos, que ciertamente eran más cautos y guardaban piernas para el remate a velocidad. Sin embargo, el alemán iba más que fuerte y supo poner su potencia a la orden del día para imponerse.
Geraint Thomas mantuvo la maglia rosa y no hubo grandes movimientos en la clasificación general individual. Pasan las jornadas y la expectativa crece para cuando llegue la alta montaña de la última semana.