La justa y necesaria revancha de Sergio Higuita en el País Vasco

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La revancha de Sergio Higuita en País Vasco

Era una Vuelta al País Vasco especial para Colombia. Egan Bernal regresaba en medio de muchas dudas, Daniel Martínez debía defender su título y Esteban Chaves buscaba ratificar junto a Rigo Urán el gran performance de la Vuelta a Cataluña… Todo esto mientras Sergio Higuita vivía su propio proceso.

El corredor colombiano venía de varias semanas difíciles por temas de salud que lo habían aquejado, además de una lesión en un entrenamiento; regresó para el GP Induraín en España donde ocupó la segunda casilla y País Vasco lucía como su revancha.

Fue difícil pelear la clasificación general por lo que Higuita intentó en la tercera etapa del miércoles dar un golpe sobre la mesa. Era una fracción que se definía en una dura escalada corta y lanzó el ataque en medio del desorden del pelotón. Sin embargo, fue arrinconado contras las vallas por un rival y luego se enredó con una bicicleta que estaba recostada sobre las mismas.

Un hecho insólito que desató la molestia del colombiano y que lo obligó, incluso, a caminar con la bici en las manos en esa fracción para zafar del enredón y perder el menor tiempo posible. La sed de revancha le quedó y dos días después ‘rompió el sobre’ en esta temporada donde sigue aspirando a clásicas y carreras de una semana antes de la Vuelta a España en agosto.

La etapa 5 era un escenario especial por el diagramado tipo clásica con varias subidas y bajadas con puertos duros y repechos explosivos. Ineos y Movistar tomaron la iniciativa y Vingegaard contratacaba mientras los de Education First también se dejaban ver… Y ahí, entre un grupo de 20 corredores estaba Sergio Higuita desapercibido hasta por las cámaras de TV.

A 8km de meta hubo un ataque de Vinngegaard y Mas que rompió el grupo, escalaron el último repecho y se dio un vertiginoso descenso donde Higuita se iba acomodando para los últimos metros planos; allí sacó las garras, se adelantó a todos en un sprint reducido y largo para luego imponerse con autoridad levantando los brazos en meta y firmando su ansiada revancha.