El retorno de Egan Bernal ha sido realmente milagroso. El fuerte accidente que sufrió a inicios de 2022 comprometió gravemente su salud y llegó a comprometer seriamente sus opciones de volver a subirse a una bicicleta a nivel competitivo. Las cirugías y la rehabilitación lo han llevado a ir paso a paso hasta regresar a la carrera que lo consagró en el 2019.
Las carreras disputada en 2023 han llevado al bogotano de 26 años a ir encontrando nivel de a poco y mejores sensaciones. La confianza que el Ineos sigue depositando en él se pone a prueba con la exigencia de las tres semanas del Tour de Francia. Sin embargo, este domingo se le presenta con una carga que resulta adicional para un ciclista que todavía no ha sumado victorias desde el accidente y es paciente.
El recorrido más largo
La segunda fracción mantiene la atención en el País Vasco y es la más extensa de las programadas para esta edición del Tour. El trazado entre Vitoria-Gasteiz y San Sebastián consta de 208,9 kilómetros, lo que ya hace ver una jornada de desgaste en el reciente arranque de la carrera.
Habrá espacio de sobra para que los equipos jueguen sus estrategias y aquellos ciclistas que quieran intentar la escapada manejen los ritmos de cara a una sorpresa. Es fácil prever que Egan Bernal continuará al paso que marque el pelotón y vaya notando cómo reacciona su cuerpo ante una etapa tan larga.
Modo escarabajo
A la dificultad de la distancia del recorrido se suma la altimetría. Se trata de un hecho realmente raro ver una etapa con tanta montaña en lo que es recién la segunda etapa de una gran vuelta. Generalmente, la gran exigencia con inclinación se guarda para la tercera y última semana y en el inicio suelen ser trazados planos para los embaladores, pero los escaladores tendrán que ir quemando cartuchos desde ya.
Son cinco puertos de montaña categorizados: dos de cuarta, un par de tercera y uno de segunda. Los primeros 70 kilómetros van a ser realmente rápidos y seguramente habrá algún grupo que busque desprenderse en la aventura. El Alto de Udana (3ra) y el Alto de Aztiria (4ta) llegan como primera pruebas casi gemelas y muy juntas.
Ya en la segunda mitad del recorrido aparecen el Alto de Alkiza (3ra) y el Alto de Gurutze (4ta). en medio hay varios ascensos y descensos que, aunque no estén categorizados, desgastarán piernas. El de segunda categoría está reservado para cerca del final en Jaizkibel, que abre el descenso vertiginoso hacia San Sebastián.
Vaticinio
Como si lo anterior no fuera ya suficiente, también está la actitud que asumirán varios corredores que se quedaron relegados durante la primera etapa. Ya Egan Bernal pronosticó una jornada complicada y en la que seguramente se exigirán los pedales.
“Hay muchos corredores que no llegaron adelante, pero que mañana intentarán ir por la etapa. La última subida no será tan dura y otros corredores podrán estar en la pelea y el lunes es etapa al sprint. Hasta la cuarta etapa va a haber muchísima tensión”.