La etapa 4 fue una decepción para todos los aficionados del ciclismo y un motivo de debate para la prensa y los propios corredores. Aun así, se definió en un emotivo sprint donde Jasper Philipsen se impuso por media rueda sobre Caleb Ewan y Bauhaus esquivando caídas (Fabio Jakobsen entre los damnificados) y arribando como fieras a metas.
Un recorrido de 180 kilómetros planos no suponía mayores emociones en la p4evia de la carrera, pero el pelotón exageró en la relajación y se ‘fumaron’ la etapa que ni siquiera tuvo una fuga decente y solo hasta KM de meta se despegaron dos pedalistas para mostrarse.
Anthony Delaplace y Benito Cosnefroy se metieron en fuga y fueron los valientes del día sin sacar más de un minuto de diferencia y obviamente fueron capturados por el pelotón a 15KM de meta. Luego empezaron los habituales trenes de embalaje, ahí sí a un ritmo altísimo como suele darse entre los favoritos del sprint y sus equipos.
Era un circuito muy amplio de autódromo para la llegada y aún así hubo 3 caídas donde se vieron involucrados 7 corredores, los principales velocistas las esquivaron y llegaron para la definición. Van der Poel le hizo un lanzamiento perfecto a su compañero del Alpecin y se llevó el triunfo antes de afrontar la primera etapa de montaña.
En la clasificación general no hubo cambios importantes y ahora quedó servida la mesa para debatir de nuevo sobre este tipo de etapas donde el pelotón de corredores atenta contra el espectáculo.