Un final que parecía eterno y con cada pedalazo se alejaba la meta para dar un final espectacular en el que Pedersen se batió mano a mano con Philipsen y lo logró vencer en el último salto antes de cruzar la línea. Una victoria reñida, pero justa por el trabajo de su equipo.
Aunque la fracción correspondió a la lógica y fue definida por los velocistas, desde muy temprano se lanzaron los ataques para armar una fuga, la cual pudieron consolidar Tim Declercq (Soudal-Quick Step), Anthony Delaplace (Arkéa-Samsic) y Anthony Turgis (TotalEnergies), como principales protagonistas en el grupo de 15 corredores.
Los escapados tomaron vuelo y alcanzaron a soñar con la llegada al pasar con ventaja en el sprint intermedio de Tocane-Saint-Apre. Sin embargo, en el inicio de las rampas en Côte de Champs-Romain, Ciccone lideró el pelotón para empezar la aproximación.
En ese momento de tensión un movimiento del pelotón provocó una caída a 64 kilómetros de la meta, en la que Mark Cavendish fue al suelo y le ocasionó un fractura en su clavícula, que lo obligó a retirarse del su último Tour de Francia, en el que perseguía superar el récord de 34 etapas ganadas en la Grande Boucle que comparte con Eddy Merckx y ponerse en solitario líder de ese escalafón.
Jumbo, Intermarché, Lidl y Cofidis pusieron un ritmo brutal para atrapar la fuga, que sólo fue aguantada por Anthony Turgis, ganador de la combatividad del día, para enfilar una definición al sprint. Laporte lideró el sprint, con Van Aert a rueda en la larga definición en la que el danés, de Trek-Segafredo, compitió con Philipsen y Van Aert hasta meta.
Fue un embalaje limpio, un sprint de resistencia en el que sólo quedó damnificado Simon Yates, que se cayó a 6 kilómetros de la meta y perdió 47″, al igual que Mikel Landa, involucrado en la ida al suelo.