El Tour de Francia no está definido. Jonas Vingegaard hizo una surreal contrarreloj en la etapa 15 y le amplió la diferencia a Tadej Pogacar a 1’48”, pero todavía queda montaña y el esloveno tiene el escenario para hacer una remontada épica. El golpe moral de la crono fue duro, pero puede encontrar inspiración en Nairo Quintana para la remontada.
En la pasada década el ciclismo vivo un duelo vibrante entre Chris Froome y el pedalista colombiano, protagonistas en las grandes vueltas. El británico se impuso en la mayoría de confrontaciones, interponiéndose en el sueño amarillo de ‘Nairoman’, aunque este lo logró vencer en una oportunidad con una actuación legendaria.
Fue en La Vuelta de 2016 en el que el boyancense por fin dejó atrás a su máximo rival y lo hizo a lo grande. En esa oportunidad la tercera grande de la temporada tenía una contrarreloj hacia el final, etapa que beneficiaba al entonces ciclista del Sky, por lo que Nairo debía sacar una gran diferencia para quedarse con la camiseta roja.
Sería en la etapa 15 de la 71ª edición de La Vuelta en la que Nairo tumbaría a Froome. En dicha jornada una agresiva estrategia terminaría marcando el camino al título del colombiano, Alberto Contador movió la carrera al inicio de los 115 kilómetros trazados por la organización y Quintana se fue a su rueda, junto a un grupo de escapado, dando la sorpresa y dejando a contrapié en toda la fracción al británico.
El escarabajo pegado a Contador, con Rubén Fernández y Jonathan Castroviejo pusieron un ritmo feroz para sacar distancia, mientras Alejando Valverde continuaba en la cola del pelotón como señuelo. El Sky había quedado cortado en un tercer grupo, excepto Froome y David López. El cuatro veces campeón del Tour de Francia recibió ayuda del Orica, Astana y del BMC, aún así no pudo reponerse al movimiento y a al llegar al ascenso al Formigal, en la batalla decisiva, estuvo nervioso y desasistido ante un Quintana crecido y pletórico de moral.
Al final del Chris Froome perdió 2:42 minutos ante Nairo Quintana en la cima de Formigal, quedando a 3:37, ventaja suficiente para que el colombiano llegara cómodo a la crono y defendiera la camiseta roja para coronarse campeón.
La actuación legendaria del cafetero es un referente para el esloveno de hacer su propia épica. Las etapas del miércoles y sábado están planteadas para que los escaladores busquen la fuga y Tadej Pogacar puede aprovechar los movimientos de la carrera para jugar sus cartas. Es vencer o morir: “el Tour no ha terminado. Me ha metido mucho tiempo, vamos a tratar de recuperarlo”, dijo luego de la crontarreloj.