La cuarta etapa del Tour de Francia trajo consigo una intensa polémica luego que todo el pelotón hubiera decidido ‘fumarse’ el recorrido plano a un ritmo de tortuga casi como un ciclo paseo. Si bien no se esperaban grandes ataques, el exceso de relajación fue tal que la prensa y los fanáticos estallaron con justa causa.
Ni siquiera hubo fuga en los primeros 90 kilómetros y solo en los kilómetros finales hubo cierta emoción con el armado de los trenes de embalaje y el posterior sprint con tres caídas de por miedo. Los ciclistas se defienden argumentando cansancio y Rigoberto Urán fue uno de ellos.
“No es que nosotros nos pongamos de acuerdo, cada uno tiene sus intereses al igual que los equipos. Ayer realmente nadie estaba interesado en ir en la fuga”, señaló Urán en diálogo con Víctor Hugo Peña de ESPN.
Y agregó: “Sí, entiendo. Si yo estuviera en mi casa también cambiará de canal porque para qué ver a 200 maricas corriendo juntos (risas)… El paisaje sí estaba muy bonito, pero no hubo ese espectáculo y entiendo que la gente reclama eso”.
“Pero cada equipo tiene sus intereses. Los equipos que acá supuestamente son invitados, todos tienen grandes sprinters, no pegaba aire y además veníamos de dos días donde nos habíamos sacado todo el jugo. Fueron muy duros y entonces nos tomamos un descanso que no es malo”.
Y bajo ese contexto, cerró reconociendo: “Pero a la hora de vender, vamos más rápido en el Giro de Rigo (carrera de exhibición con ciclistas aficionados que él dirige en Colombia). Ayer muchos amigos míos hubieran aguantado la primera parte de la etapa”.