Un grave escándalo se ha presentado en el más reciente Giro de Italia Sub-23, luego de que 31 ciclistas fueran descalificados de la carrera por sujetarse de los autos y motos de los equipos para poder completar el icónico ascenso al puerto de Stelvio.
Los comisarios de la carrera expulsaron a 24 corredores la noche del miércoles tras revisar los videos grabados por espectadores, y descalificaron a otros siete el jueves.
La cuarta fracción del Giro Next Gen el miércoles era la etapa reina de la carrera. Muchas gente se agolpó a los costados de la subida y los ciclistas al parecer no se percataron que estaba siendo grabados mientras quebrantaban las reglas ante la mirada de todo el mundo. Algunos conversaban o se reían entre ellos al apoyarse de los vehículos.
De los expulsados, 24 eran italianos y siete extranjeros, entre ellos el belga Tijl De Decker, quien este año ganó la Paris-Roubaix Sub23. Cuatro empleados de los equipos también fueron expulsados.
“Lo que hemos presenciado ha sido realmente escandaloso para el que interpreta correctamente este deporte”, dijo el jueves el presidente de la federación italiana de ciclismo, Cordiano Dagnoni. “Son imágenes que duelen mucho”.
Los corredores y equipos se exponen a más sanciones por parte de la federación italiana e incluso de la Unión Ciclista Internacional.