- La gran motivación de Egan en La Vuelta: “Me quiero sentir útil con el equipo y entregar lo mejor de mí”
- Así se repartirán los puntos de la montaña en la Vuelta a España: Santiago Buitrago y Éiner Rubio, entre los favoritos
Una gran batalla se vivió en los metros finales de la etapa 3 de la Vuelta a España, la cual se llevó a cabo entre Súria y Arinsal en Andorra en un recorrido de 158,5 kilómetros. La fuga no se hizo esperar, pero en el ascenso final, un puerto de primera categoría, los favoritos mostraron de lo que están hechos. En los metros finales se dio un mano a mano entre Jonas Vingegaard (Jumbo Visma) y Remco Evenepoel (Soudal–Quick-Step) por la victoria de etapa, pero fue el ciclista belga el que logró hacerse con un importante triunfo en sus aspiraciones por defender el título de la tercera ‘Grande’.
En los primeros kilómetros del recorrido, el pelotón se mantuvo compacto. Si bien hubo algunos ataques, la fuga no logró conformarse hasta que transcurrieron los primeros 33 kilómetros de competencia. Johansen (Intermarché), Eric Fagundez (Burgos-BH), Sepúlveda (Lotto) y Elissonde (Lidl Trek) lograron tomar una leve ventaja y, tras casi 50 kilómetros llenos de ataques la fuga logró establecerse con nueve ciclistas.
Damiano Caruso y Sütterlin (Bahrain), Kämna (Bora), Gehbreigzabhier (Lidl-Trek), Sepúlveda (Lotto), Latour (TotalEnergies), Vendrame (AG2R), Herregodts (Intermarché) y Barrenetxea (Caja Rural) sacaron una diferencia de casi tres minutos de ventaja con el grupo de favoritos. Sin embargo, si bien Mathis Le Berre (Arkéa) y José Manuel Díaz Gallego (Burgos-BH) rodaban a 40 segundos de la fuga, apretaron el ritmo y se unieron al grupo de fugados.
Con once corredores en cabeza, el grupo se hizo fuerte previo a entrar a Andorra y hasta llegaron a sacarle cinco minutos al lote de favoritos. No obstante, con el pasar de los kilómetros, el pelotón apretó el paso y, a falta de 66 kilómetros para la meta, redujo el tiempo a tan solo cuatro minutos.
Mientras tanto, en el pelotón era Pieter Sierry (Soudal Quick-Step), Jonathan Castroviejo (Ineos) y Dylan van Baarle (Jumbo-Visma) quienes controlaban la carrera antes de enfrentar el primer gran reto de esta edición de la Vuelta a España, el ascenso al puerto de montaña de primera categoría en Ordino.
Ya en los kilómetros definitivos, la fuga comenzó a desintegrarse ante el exigente ascenso y el fuerte rimo que puso Caruso, el cual tan solo pudieron seguir Sepúlveda y Kämna, y mantener una diferencia de dos minutos sobre el pelotón principal a poco de coronar la cima del puerto del Ordino.
Con el pasar de los kilómetros, Caruso y Kämna lograron irse en solitario durante primeras rampas de Arinsal, pero el pelotón apretó y, sobre los últimos kilómetros de cara a la meta le dieron caza a estos dos ciclistas que lo dejaron todo en la carretera.
El Jumbo Visma fue el primero en lanzar un ataque con Sepp Kuss, pero fueron Vingegaard y Evenepoel quienes demostraron estar en mejor nivel y sobre los metros finales se midieron en un sprint en ascenso en el que el belga sacó a relucir toda la potencia en sus piernas y cruzar la línea de meta en la primera posición, resultado que le permite colgarse de lo más alto de la clasificación general y enviarle un mensaje claro a sus rivales en sus aspiraciones por arrebatarle el título de vigente campeón de La Vuelta.