No importa la posición en la que salga, Max Verstappen termina en el primer lugar. Por la sanción que lo obligó al campeón del mundo a salir en la sexta plaza, el Gran Premio de Bélgica tuvo emoción en las 15 primeras vueltas, en la que hizo la avanzada por la punta de carrera y la misma estuvo reñida. Al conseguirlo Spa fue el escenario de una competencia chata, aunque con los matices de la sacudida de Checo Pérez, terminó segundo y el podio de Charles Leclrec.
En esas dos carreras que se vieron, la primera contó con una salida accidentada en la que Carlos Sainz Jr quien le pegó a Oscar Piastri generando un contacto que los obligó a retirarse. En la punta, Checho sólo necesitó una vuelta para sobrepasar a Leclerc y Max Verstappen ya era tercero luego de rebasar a Lewis Hamilton.
A la altura de la vuelta 10, Verstappen pasó la Ferrari del francés y se puso detrás del mexicano, al cual en el giro 14 recibió el llamado para ir a los boxes y le cedió el liderato a su compañero de equipo que, una vuelta después también iría a los pits. Luego de las paradas, Checo y Max se midieron por la primera posición, tomada por el neerlandés luego de superar al mexicano sin mucho esfuerzo en la vuelta 17.
Ese sería el fin del Gran Premio de Bélgica de la emociones y le dio paso a la carrera plana. Hubo un conato de lluvia, sin obligar a un cambio de llantas a los pilotos por el pronóstico que indicaba corta duración de la precipitación. En ese momento Charles Leclerc empezó a recortarle a Pérez, pero pasada la lluvia el mexicano recuperó ritmo y se afianzó en la segunda plaza.
Max Verstappen protagonizó la polémica del la carrera al no guardarse nada y tener una discusión con su ingeniero, que le indicaba bajar el ritmo para no mostrar toda la capacidad de su Red Bull. Al final del día el neerlandés venció con paliza y Red Bull acumula 11 victorias seguidas, con ocho de Mad Max, quien se pone a una del récord de Sebastian Vettel.