Sebastián Montoya, piloto que hace parte de la escudería RedBull Junior, poco a poco, ha dejado de estar bajo la sombra de uno de los pilotos más exitosos que ha tenido Colombia, su propio padre, Juan Pablo Montoya. Este joven de 18 años ha conseguido convertirse en una de las futuras promesas del automovilismo a nivel mundial a punta de esfuerzo, dedicación y sacrificio, pues sabe que es la única forma para alcanzar su sueños, “ganar el campeonato de Fórmula 1”.
Así lo dejó saber este joven piloto en conversación con Claro Sports, quien tiene muy claro el camino que debe seguir para poder llegar a la máxima categoría y alcanzar esa meta de pararse en lo más alto del podio y celebrar un título mundial de F1.
Aunque parezca increíble, Sebastián siempre está pensando en cómo puede mejorar para la siguiente competencia y, de esta manera, tener mayores chances de ganar: “Es mi trabajo y lo que quiero es seguir mejorando. El camino por el que voy es muy bueno y tengo una buena mentalidad, pero no me puedo relajar y tengo que seguir así para llegar a donde quiero”.
Y es que para Sebastián no hay límites y así lo demuestra con esa fortaleza mental que lo caracteriza. Esa que le ha permitido poder subirse al podio en una carrera de Fórmula 3, cuando lo hizo en el GP de Australia, y que sabe es la clave para poder llegar aún más lejos.
“Todos los pilotos tienen una manera distinta de trabajar su fortaleza mental, pero yo lo hago con preparador que me ha ayudado a identificar dónde puedo mejorar. La limitación más grande es la mente de uno, así que si me siento cómodo mentalmente, seguro voy a poder ir muy rápido”, aseguró Sebastián.
Así mismo, agregó: “Mi motivación viene dentro de mí. Quiero volverme el mejor piloto del mundo. Mi sueño es ganar el campeonato de F1 y, constantemente, me estoy empujando y diciéndome que lo puedo hacer”, palabras que sin duda demuestran la madurez de un deportista que acaba de cumplir 18 años el pasado 11 de abril.
No hay palabras mágicas, lo importante es estar preparado y disfrutar
Sebastián creció alrededor de motores, ruedas y pistas de automovilismo gracias a su papá. Esto ha sido una gran ventaja para él a lo largo de este camino que ha emprendido como deportista de alto rendimiento, pues tiene a todo un experto a su lado que lo aconseje cada vez que lo necesita.
Sin embargo, tal y como sucede en cada uno de los aspectos de la vida de una persona, muchas veces es necesario que los hijos sean quienes encuentran la solución a un problema y en la familia Montoya no es diferente: “Cuando las cosas van bien me deja trabajar solo, pero a veces cuando no todo va bien, también me permite que yo sea el que encuentre una solución”, dijo Sebastián.
Asimismo, dejó claro que, si bien su papá es Juan Pablo Montoya, esto no quiere decir que siempre vaya a haber un consejo mágico para alcanzar la bandera de cuadros: “Cuando uno se sube al carro necesita de mucha preparación, dedicar tiempo y hacer sacrificios. Todo eso viene de uno, porque eso no es que alguien lo vaya a hacer por usted”.
“Honestamente es disfrutar lo que uno hace. La gente siempre cree que hay una palabra o un dicho especial que va hacer que ganes el campeonato del mundo, pero en realidad lo que tienes que hacer es disfrutarlo”, agregó Sebastián.
Sebastián tiene claras su metas y el camino que debe seguir. La vida de un deportista de alto rendimiento requiere de sacrificios, pero esto no es algo que lo trasnoche: “No salgo mucho a fiestas y ni me acuerdo a la última que fui, pero eso no me incomoda. Disfruto tanto lo que hago que no necesito hacer otra cosa. Disfruto mucho cuando puedo estar con mis amigos y desconectarme de vez en cuando pero esto es lo que me hace feliz”, puntualizó.
Aunque no tuvo su mejor resultado en el inicio de la European Le Mans Series en la carrera de Barcelona, este joven piloto trata de ver los mejores aspectos para mejorar día tras día: “Tuvimos mala suerte, pero la verdad pudimos demostrar que vamos a una velocidad muy rápida y que podemos mejorar para la siguiente carrera”.
“Hay momentos en los que no nos ha dio como queríamos, pero hubo otros en los que hemos maximizado el resultado bastante bien, como sucedió en Australia. Lo más importante de todo eso es que estamos aprendiendo y que nuestro progreso va hacia arriba”, puntualizó Sebastián.
La carrera de Barcelona sin duda la toma como un aprendizaje, ya que dentro de un mes y medio estará nuevamente allí compitiendo en la Fórmula 3, por lo que “entre más vueltas más confianza le da a uno y más cómodo se siente uno”, resaltó el piloto.
Sebastián es exigente con él mismo y no tiene problemas en hacerse una autocrítica de cara a sus próximos retos, pues si bien “los resultados no han sido exactamente los que queríamos, hubo momentosen los que hemos maximizado el resultado bastante bien, como sucedió en Australia. Lo más importante de todo eso es que estamos aprendiendo y que nuestro progreso va hacia arriba”.