Sorpresón en el Rectangular de Melbourne. La selección femenina brasileña se despidió en la fase de grupos del Mundial de Australia y Nueva Zelanda 2023, tras un discreto empate sin goles ante Jamaica, que consigue una heroica clasificación a octavos en su segunda participación en el torneo. La ‘Canarinha’, vigente campeona de América, necesitaba la victoria y apostó en el factor Marta, el alma del equipo, para insuflar ánimo a una plantilla tocada después de caer ante Francia, pero se estrelló ante el correoso sistema defensivo de Jamaica.
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El combinado suramericano ha ido de más a menos en el grupo F. Goleó a Panamá (4-0), claudicó ante Francia (1-2) y fue incapaz de marcar ante el combinado de Lorne Donaldson. Francia pasa a octavos como líder de grupo con siete puntos, junto a Jamaica (5), que avanza por primera vez con un solo gol a favor y ninguno en contra. Brasil (4) y Panamá (0) se despiden a las primeras de cambio.
El partido era una eliminatoria anticipada. La derrota significaba decir adiós. Era un ahora o nunca, como alertó Pia Sundhage en la previa. Y la técnica sueca respondió al desafío dando la titularidad a Marta, la ‘Reina’ del fútbol y quien, a sus 37 años, aceptó un rol secundario en este Mundial.
Ese factor Marta, seis veces elegida mejor jugadora del mundo, se notó en el arranque. Las brasileñas salieron dominadoras, encerrando a Jamaica, que se defendía con balones en largo en busca de una carrera de Khadija Shaw, la delantera del Manchester City. Marta probó con un par de disparos tímidos. La atacante del Orlando Pride conectó bien con Debinha y Adriana por la izquierda.
La superioridad de las brasileñas era manifiesta, pero se les empezó a agotar la paciencia demasiado pronto ante el muro jamaiquino. A Brasil le faltó morder, acierto en el último pase y cocinar las jugadas. Jamaica parecía sentirse a gusto en su papel pasivo. El empate le valía para avanzar a octavos. Las mejores oportunidades de Brasil vinieron de las botas de la lateral Tamires. Mala señal. Las jugadoras del ataque se perdieron entre las zagueras de Jamaica.
Esa ansiedad hizo que el conjunto caribeño creciera en los últimos minutos del primer tiempo. A Sundhage no le gustó nada lo que estaba viendo. Cara seria y brazos cruzados desde el banquillo del Rectangular de Melbourne. Las malas noticias se acumulaban para Brasil con la remontada de Francia sobre Panamá en el Estadio de Fútbol de Sídney. La victoria se hacía más imperiosa para el cuadro ‘verde-amarelo’.
En la segunda etapa, Sundhage buscó una reacción poniendo más carne en el asador con la entrada de la delantera Bia Zaneratto. Y Brasil mejoró. Ganó en verticalidad y rapidez con la pelota. Colgó más balones al área. Lo intentó más de lejos, pero faltaba chutar entre los tres palos. El tiempo pasaba y no llegaba el tanto de la clasificación. Jamaica no dejaba ni un espacio, ni tampoco acusaba el esfuerzo físico. Las de Donaldson lo apostaron todo al contragolpe con Shaw.
Superado el ecuador del segundo tiempo, los nervios empezaron a maniatar a la selección suramericana. Sundhage metió otros tres cambios ofensivos de golpe a diez minutos para el final, pero ya era demasiado tarde. Sin Marta sobre el césped, las brasileñas encerraron todavía más a su rival, a la desesperada, pero sin ideas claras. Jamaica intentó ganar cada segundo con jugadoras cayéndose al suelo. Los cuatro minutos de descuento fueron pocos para todo el tiempo perdido y al final, Jamaica resistió y firmó una de las grandes sorpresas de este Mundial: Brasil está fuera.