Iba poco menos de un minuto de juego del partido entre PSG y Ajaccio, por la fecha 35 de la Liga 1, cuando Leo Messi, en su vuelta tras la sanción, tocó la pelota y recibió un abucheo intenso por parte de los hinchas presentes en el Parque de los Príncipes. Parecía que sería un simple silbido, pero no fue así y durante los minutos posteriores cada vez que entraba en juego, bajaba una onda importante de murmullo en señal de descontento contra el mejor jugador de fútbol de toda la historia.
Al minuto 9, Leo ejecutó un tiro de esquina y mientras se dirigía a hacerlo recibió más silbidos. Él, como se esperaba, no reaccionó ni mucho menos. Continuó jugando y pidiendo la pelota cada vez que podía e intervino haciendo oídos sordos a una actitud inédita y muy reprochada por uno de los públicos más fríos del fútbol europeo. A los 15′, Leo ejecutó un tiro libre frontal al área y también fue abucheado y, segundos más tarde, un tiro de esquina que también fue silbado por los presentes.
Se creía que tras el gol de Fabián Ruiz, a los 22′, el ánimo y ambiente iba a cambiar pero no, parecía que esperaban que la tenga en su poder para poder silbarlo. Ni siquiera tras el segundo tanto, de Hakimi sobre el minuto 33, los abucheos pararon. Un primer tiempo para el olvido vivió Leo que no intervino mucho y lógicamente el hecho de ser constantemente silbado le afectó en lo anímico.
Sobre el minuto 40, Leo tuvo un tiro libre cerca del área que dio en la barrera, y nuevamente fue silbado, aunque por primera vez en el partido se escuchó un tímido grito de aliento por parte de algunos hinchas, cantando y coreando su apellido, rápidamente apagado por los ‘haters’.