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Luego de pasarla mal en el primer tiempo, en el que se fue al camerino perdiendo 1-0, Jürgen Klopp movió el banco para la segunda mitad y logró remontar un partido que se le estaba saliendo de las manos, las variantes fueron importantes para la victoria de Liverpool 1-3 ante Wolverhampton.
Como un equipo desdibujado, así saltó al gramado del Molineux Stadium el equipo de Anfield y a pesar de tener la posesión del balón a su antojo, los contragolpes de los Wolves eran la arma más peligrosa del equipo local para hacerle daño a uno de las escuadras más importantes de Inglaterra.
El simbronazo para el equipo de Jürgen Klopp fue al minuto 7 tras el gol del surcoreano Hee-Chan Hwang. El delantero Matheus Cunha fue la ‘piedra en el zapato’ para Liverpool que estaba contras las cuerdas y pedía al cielo que se terminara la primera parte para replantear un partido que estaba complicado.
El segundo tiempo se jugó a otro ritmo
Jürgen Klopp, en medio de los rumores que lo vincularon las últimas horas con la Selección de Alemania, se notaba tranquilo a pesar del resultado, dejó a un lado la ‘ventana de humo’ que se creó con su nombre, para la segunda parte tuvo que arriesgar y al terreno de juego ingresaron Luis Díaz, Darwin Nuñez y Harvey Elliot.
En la primera pelota que tocó, el colombiano por poco convierte la igualdad en una cancha complicada. Sin embargo en modio de ese movimiento de jugadores y sustituciones, el neerlandés Cody Gakpo abandonó la cancha con un gol en su cuenta al 55′.
Con un Andrew Robertson inspirado y las líneas adelantadas después de la igualdad, la visita no se conformó con el empate y el escocés puso el 1-2 al minuto 85. La cantidad de ataques cumplieron su cometido y Liverpool selló la remontada de visitante con un autogol al 90+1′.