Si el fútbol es un estado de ánimo, Luis Díaz es el corazón y el motor de Liverpool en el remate de temporada. Los ‘Reds’ suman una seguidilla de triunfos desde el regreso del colombiano a las canchas, la cual los metió en la pelea por los puestos de Champions League.
Las condiciones del guajiro siempre han estado claras. Su gambeta, su velocidad, la precisión en sus pases y su creciente capacidad de definición hicieron que Klopp y la afición lo extrañara. No obstante, ‘Lucho’ tiene una condición especial con la que se distinguió desde su llegada: “Siempre está sonriendo”, manifestó el director técnico luego de las primeras semanas con el ex Porto. Esa energía también se ha sentido en el camerino y coincidencia o no, con su vuelta ‘The Pool’ volvió a sonreír.
Son seis partidos consecutivos ganando desde la goleada 1-6 sobre Leeds. El mayor diferencial para el repunte ha sido Luis Díaz y sus buenas actuaciones, razón que invita a soñar con la máxima competición europea de clubes, además del calendario.
Liverpool actualmente suma 62 puntos que lo ubican en la quinta posición de la Premier League. Con tres fechas en disputa,sólo hay dos cupos disponibles para Champions, dado que Arsenal y Manchester City ya tienen su tiquete. Para ese objetivo Jürgen y sus dirigidos deben ganar los compromisos que le restan: visita a Leicester el lunes 15 de mayo, recibe a Aston Villa el 20 del mismo mes y cierra visitando el 28 a Southampton.
Además de sumar 12 puntos de 12 posibles, los ‘Reds’ necesitan que caiga alguno de sus rivales por el cuarto puesto, Newcastle o Mancherter United, quienes están 3 y 1 punto por delante, respectivamente. La matemática y el papel todo lo aguanta, además de la actualidad contraria de estos clubes. Los ‘Red Devils’ aunque ganaron el sábado ante Wolves, en sus dos anteriores salidas cayeron; Las Urracas empataron ante Leeds y a ese partido llegaron de caer frente a Arsenal.
El calendario y los momentos de los rivales por la carrera a Champions League ilusionan a Liverpool. También contar con un jugador del desequilibrio de Luis Díaz, que regresó para ser un revulsivo, un envión anímico y hasta un ‘amuleto’ de una remontada inesperada.