El año sabático de Mauricio Pochettino está por acabar. Y una trayectoria que empezaba a insinuar un estancamiento podría recibir el empuje que tanto necesitaba. Después de un año alejado del fútbol, el extécnico de Tottenham y PSG se perfila para asumir las riendas de Chelsea. En el club de Londres, el argentino podría recibir la oportunidad de hacer realidad su ambición de conquistar la Premier y, con ello, confirmarse entre los mejores entrenadores del deporte.
A lo largo de los últimos 12 meses, la sensación era que Pochettino había quedado al margen al abrirse vacantes en algunos de los clubes más importantes de Europa. Se desvinculó del PSG el pasado verano, luego de salir campeón de la liga francesa, con lo que se quitó de encima un cuestionamiento que neciamente le había perseguido en su carrera: su capacidad para ganar un trofeo importante.
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Pero al final de la pasada temporada, el United optó por Erik ten Hag cuando se embarcó en un recambio en Old Trafford. Meses después, Chelsea apeló a Graham Potter tras la salida de Thomas Tuchel, apuntando un cambio hacia una nueva generación de técnicos. Hasta Tottenham, el ex club de Pochettino, habría preferido otros técnicos desde su marcha en 2019, pese a que sigue siendo muy querido por sus aficionados.
Constantemente en la órbita del United y el Madrid en el último lustro, el estratega de 51 años parecía quedarse sin opciones para dar el salto al siguiente nivel en su carrera. No fue por falta de interés. Siempre estuvo sonando en la Premier. Lo que pasa es que son pocos los clubes que pueden brindarle la plataforma para pelear por los grandes títulos y seguir creciendo. Por ejemplo, Guardiola pasó del Barcelona, siguió con el Bayern Múnich y ahora dirige al Manchester City, todos clubes con la casta y recursos financieros para dominar en España, Alemania e Inglaterra, respectivamente.
José Mourinho y Carlo Ancelotti han saltado de un grande a otro, retornando en ocasiones a clubes que dirigieron previamente, lo que pone en relieve que la oferta de técnicos en la élite no es amplia. Después de dirigir al Espanyol, Pochettino sacó a Southampton del fondo de la Premier y transformó a Tottenham en un legítimo candidato, llevándoles a una final de la Liga de Campeones. La siguiente oportunidad fue con el PSG.
Conquistó una liga y un torneo de copa en la capital francesa, pero no pudo lograr que el PSG atrapase el título de la Liga de Campeones, sumándose a una larga lista de técnicos que no lograron conseguir ese objetivo. El United se antojaba como el siguiente paso, debido a que el club de Mánchester siempre le había admirado. Pero Ten Hag acabó como el entrenador.
Ancelotti, en tanto, acababa de llevar al Madrid a una 14ª Copa de Europa y el título de la liga española, y con ello se cerraron las puertas para un puesto para el cual siempre se destacaba en la lista de candidatos. Con Potter en Chelsea y los nuevos contratos que Jürgen Klopp y Guardiola firmaron con Liverpool y el City, costaba visualizar el próximo destino de Pochettino.
No tuvo otro remedio que esperar
Viajó a Tokio con su familia y pasó tiempo en sus residencias de Barcelona y Londres. A lo largo del último año, nunca le perdió la vista a su sitial y cotización en el fútbol. Ha dirigido a varios de los mejores futbolistas como Lionel Messi, Kylian Mbappé, Neymar y Harry Kane.
Sigue siendo un ídolo para los hinchas de Tottenham por alcanzar un protagonismo en Europa, aunque se fue con las manos vacías en cuanto a trofeos. Y puede presumir que es uno de los dos técnicos en la historia del PSG que superó la barrera de los cuartos de final en la Liga de Campeones, alcanzando las semifinales en 2021. No son logros modestos, pero Pochettino ambiciona cosas grandes que precisan de un club de prestigio.
Aunque Chelsea se ausentará de Europa la próxima campaña, es un equipo acostumbrado a ganar títulos de renombres, con una Liga de Campeones conquistada recién en 2021. Pochettino recibirá un plantel que reúne a 360 millones de dólares invertidos en fichajes realizados durante las últimas ventanas de transferencias. Y trabajará para unos dueños, Todd Boehly y Clearlake Capital, que han dejado claro que gastarán lo que sea necesario para triunfar en Stamford Bridge.
En cuanto a los dueños estadounidenses, Pochettino tiene su experiencia con jefes exigentes como el caso de Daniel Levy en Tottenham y el fondo de Qatar que compró al PSG. Será un riesgo. Hasta ahora, Boehly y Clearlake ya llevan dos entrenadores destituidos: Tuchel, tras ganar la Liga de Campeones, y Potter, luego de apenas siete meses en el cargo. Chelsea, sin embargo, le ofrece a Pochettino la oportunidad de retar cara a cara a técnicos como Guardiola y Klopp, y demostrar que tiene cabida en la élite.