Un pacto con la mala suerte: las claves de la derrota del Liverpool en su visita al Tottenham

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Joel Matip lamenta el gol en propia. - Reuters.
Joel Matip lamenta el gol en propia. – Reuters.

Todos los ojos de la Premier League se fueron con este partido. El choque entre el Tottenham y el Liverpool ya era más atractivo de la séptima jornada. No obstante, la derrota del Manchester City más temprano dejaba la opción para que los Reds se pusieran líderes.

Se podría pensar que era un partido manejable para los de Klopp. Nada más alejado de la realidad, pues la mala fortuna se cebó contra el equipo de Anfield. Lo maltrató a lo largo del partido y le dejó un poquito de esperanza que terminó esfumándose sobre el final.

Una roja lo cambia todo

El partido quedó totalmente descontextualizado porque Curtis Jones fue expulsado muy temprano. Una acción imprudente en la que terminó pisando la rodilla de Yves Bissouma dejó al Liverpool con uno menos al 26′. Había algo bueno: estaba el 0-0 en el marcador.

Si ese empate era manejable, es inaceptable que te hagan un gol desde un tiro libre que se ejecuta con un pase por tierra al área. Con 10 hombres, el Liverpool tenía que estar más concentrado que nunca y ahí falló. La pelota le llegó a Richarlison para tocarla de primera y asistir a Heung-min Son, que solamente tuvo que empujarla al 36′.

Salir a flote

Todo parecía puesto para que el Tottenham resolviera rápido el marcador y pudiera dar trámite al tiempo. De hecho, Richarlison estrelló un remate en el palo y Alisson hacía lo que podía para atajar cuando se le necesitaba. Esa situación de desventaja ya se le había presentado al Liverpool y Klopp la resolvió con el ingreso de Darwin Núñez y, seguramente, aquí lo estuvo pensando para el segundo tiempo.

Aquí llegó algo verdaderamente inesperado. Ya corría el tiempo de adición y el Liverpool se animó a ir al ataque, aprovechando la altura de Van Dijk. El defensor neerlandés pudo bajar un balón en el área y Cody Gakpo ejecutó una linda volea que venció a Guglielmo Vicario en el 45+5′. Por poco, y los Reds se van ganando en una acción de pase espectacular de Mohamed Salah que Luis Díaz no alcanzó a conectar entrando al área chica.

A falta de un problema, dos

Esa maniobra de Gakpo para empatar lo dejó visiblemente adolorido en una rodilla. No pudo salir al complemento y Klopp echó mano de otro de sus buenos elementos al ataque: Diogo Jota entró para completar un tridente que siempre generará peligro junto a Salah y Díaz. El Liverpool estaba con uno menos, pero no se notaba en lo más mínimo.

Tan bien que venía el control del juego y el balance hasta que otra imprudencia empeoró la situación del Liverpool. Jota tenía amarilla y pecó al barrerse en la disputa contra Bissouma. Segunda amonestación y a la calle se fue. Todo el plan se volvía a desbaratar y el cuerpo técnico se pudo a trabajar de inmediato, frustrando, obviamente, el ingreso de Núñez. Nueve valientes iban a tener una tarea dura.

El Tottenham lució como un equipo muy blandito en ataque, sin pólvora. Con dos hombres más en el terreno de juego no supieron aprovechar los espacios para generar un peligro real sobre el arco de Alisson. Los Spurs también iban a hacer de las suyas en el tiempo añadido gracias a la mala fortuna. Era una pelota relativamente fácil y Joel Matip se desatinó de manera inaudita para hacer un gol en propia puerta al 90+6′ y entregarle los tres puntos al local.