La muralla defensiva de Uruguay y la Italia del aspirante a Botín de Oro Cesare Casadei se enfrentarán el domingo en la final del Mundial Sub20, un título que todavía tienen vacante en sus vitrinas.
Será el cierre de una competencia accidentada, que cambió de sede original (Indonesia) a un mes de su inicio y sufrió la eliminación prematura del anfitrión Argentina y de Brasil, las potencias de la categoría con seis y cinco trofeos, respectivamente.
A pesar de contar con una cantera tan rica en talentos como la de sus vecinos sudamericanos, Uruguay todavía no ha podido consagrarse en un Mundial Sub20. Estuvo cerca en las finales de 1997 y 2013, pero Argentina y Francia, respectivamente, le arrebataron el título. Italia, por su parte, llega a esta instancia por primera vez en su historia.
“Italia tiene jugadores muy buenos, desequilibrantes, tiene al goleador del torneo, tiene jugadores muy buenos en ofensiva. Pero nosotros también tenemos nuestras armas y creemos que tenemos herramientas para poder hacerle un buen partido”, destacó el técnico uruguayo, Marcelo Broli.
El seleccionado sudamericano, que detenta una de las vallas menos vencidas del torno (2), se las verá contra una ofensiva italiana liderada por Casadei, autor de siete goles y máximo artillero del certamen. El volante del Reading inglés seguramente recibirá el Botín de Oro. El único que podría arrebatarle ese honor es su rival uruguayo Anderson Duarte, quien lo sigue con tres dianas.
“Seguramente Casadei y (Tommaso) Baldanzi son importantes, pero también (Simone) Pafundi. Los que llegan a estos torneos deben tener esta clase de jugadores, pero también un grupo fuerte. Lo importante es todo el equipo, esa es nuestra identidad”, remarcó el estratega italiano Carmine Nunziata.
“Es un resultado histórico para nosotros, somos el único equipo italiano en hacerlo. Tenemos que jugar y darlo todo para intentar ganar”, agregó.
Esta tercera oportunidad se presenta inmejorable para la Celeste, porque será local en el estadio Único Diego Maradona de La Plata por la cercanía geográfica. Se esperan más de 30.000 uruguayos en las tribunas.
“Obviamente, nos conmueve y emociona que la gente esté con nosotros”, valoró Broli. “Pero en la cancha sinceramente la planificación va por otro lado, no descansaremos en que tenemos gente a favor o en contra. El fútbol uruguayo se ha destacado porque muchas veces las grandes glorias las consiguió con la gente en contra”.
El triunfo más emblemático fue en el Mundial de 1950 en la recordada final ante Brasil en el estadio Maracaná de Río de Janeiro.
Al estratega uruguayo admitió que le preocupa el estado del campo del Diego Maradona. “Es una lástima jugar una final del mundo en un terreno así, perjudica al fútbol”.
Tras lidiar con lesiones y suspensiones a partir de octavos, Broli dispondrá de los delanteros Luciano Rodríguez, Andrés Ferrari y Matías Abaldo.
En la Azzurra, el técnico Nunziata medita si incluye a Pafundi, autor de un tiro libre que le dio el triunfo de 2-1 sobre Corea del Sur en la semifinal. El delantero del Udinese es un caso particular: saltó de la Sub17 al seleccionado mayor –debutó en noviembre de 2022— y luego se incorporó a la Sub20.
Como telón de fondo de la final, está la histórica pugna entre Sudamérica y Europa. Brasil fue el último en dar la vuelta olímpica en 2011. Luego se sucedieron los títulos de Francia (2013), Serbia (2015), Inglaterra (2017) y Ucrania (2019).
Más temprano y en el mismo escenario, jugarán Israel y Corea del Sur por el tercer puesto.