Sebastián Villa y Boca Juniors es una relación de amor y odio que parece llegar a su fin. Desde 2018 hasta ahora han vivido varios altibajos deportivos y extradeportivos, pero ahora el club bonaerense está contra las cuerdas por un detalle importante en su contrato.
Cuando Villa llegó a Boca se acordó que el equipo argentino se quedaba con el 70% el pase y Deportes Tolima con el 30%, pero la obligación de Boca era lograr una transferencia internacional donde ambas partes salieran beneficiadas; de lo contrario, debían pagarle al club colombiano ese porcentaje que hoy es cercano a los 2 millones de dólares.
Es decir, Boca no puede dejar ir libre a Villa para no perder ese dinero. El contrato el colombiano va hasta diciembre de 2024 y su nivel deportivo va en caída libre recibiendo el rechazo de gran parte afición pese a la buena prensa que mueve su representante en Argentina.
El club ‘xeneize’ se ve obligado a alinearlo constantemente y evitarle líos como la fiesta que tuvo el viernes en Buenos Aires previo al partido con Banfield del domingo, todo esto para no irse en pérdidas con la desvalorización del jugador o su posible salida el próximo año si continúa con bajo rendimiento.
En últimas, Boca tendría que pagarle a Tolima ese 30% y quedarse con la ficha completa del delantero y ofrecerle más adelante una renovación que posiblemente no le gustará a los aficionados.