Este domingo se acabó el romance entre Yerry Mina y el Everton. Fue el último baile del colombiano después de cinco temporadas con el equipo de Liverpool al que las lesiones no lo dejaron consolidarse como él y los hinchas esperaban. Llegó después del Mundial de Rusia cuando se dio a conocer en el mundo por su fuerte y contundente remate de cabeza. Hoy dijo adiós y todavía no se conoce cuál será su destino.
Yerry Mina jugó un total de 6464 minutos (producto de 85 partidos). Sien la última temporada la peor de todas, donde apenas pudo sumar 506. Las lesiones le dieron la espalda y lo complicaron bastante. Quizás, eso aceleró su salida. No es fácil contar con un jugador que está más tiempo en recuperación que dentro del campo de juego.
Los goles no fueron muchos y sólo uno fue importante. Fue el que marcó hace una semana que evitó que el Everton estuviera más cerca de la zona roja de descenso. Apenas en la recta final se encontró con su fútbol y ese gol lo metió de nuevo en el radar. Fueron en total: siete tantos con Los Toffees.
Sin duda alguna, una de las mejores temporadas fue al mando de Carlo Ancelotti donde el Everton tuvo un comienzo soñado -en plena pandemia- con muchas fechas invicto, líder en varias jornadas y que se pinchó en la mitad de temporada cuando varios compañero, incluso él y James Rodríguez, descompletaron la nómina por las lesiones. Ni siquiera lograron entrar a la Europa League.
Este domingo se despidió del Everton un jugador que llegó con un cartel importante, que mientras su cuerpo lo dejó, mostró todo su talento y de qué estaba hecho: seguridad en la defensa, buen juego aéreo en ambas áreas y cuando había que poner carácter lo hacía sin problema.