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La extensa novela entre Boca Juniors y Sebastián Villa aún tiene varios puntos por resolver. Y bajo ese contexto el colombiano ha reaparecido en la Ciudad de Buenos Aires mostrando fotos en sus redes sociales y prendiendo las alarmas en el ‘Mundo Boca’ que poco quiere saber de él y sus conflictos ad portas de un partido crucial ate Palmeiras por Copa Libertadores.
Pero el club bien o mal tendrá que hacerse cargo. Villa tiene contrato hasta diciembre de 2024 y hay una insólita cláusula de salida de 40 millones de dólares que obviamente nadie va a pagar, pero Boca no quiere hacerle todo fácil a un jugador que se burlo del club y deben llegar a un arreglo.
Y precisamente ese es el objetivo de su llegada a la capital argentina, según explica el ‘Diario Olé’, pues Boca rechazó una oferta del Kasimpasa turco por el polémico delantero colombiano considerándola muy baja y lo tiene marginado sin jugar ni encontrar nuevo club.
A raíz de sus conocidos problemas legales por la condena de violencia de género, Boca optó no contar con él en el primer equipo, pero seguía cumpliendo los honorarios de su contrato. Villa, en un arranque de rebeldía, abandonó las toldas del club para meter presión y semanas después se dejó ver entrenando con la indumentaria de un equipo de la tercera división de España.
Esto le dio pie a Boca para considerar un incumplimiento de Villa mientras él pide ser libre en el mercado. Lo único que podría pasar es que el colombiano sí firme contrato con un nuevo club y pueda jugar, pero se someta a una demanda de Boca ante la FIFA que seguramente perderá por una buena cifra de dinero.
Entonces Villa y su entorno esperan llegar a un arreglo con Boca Juniors que le libere un cupo de extranjero al club para sus diferentes competencias y que el colombiano pueda formar con algún equipo en 2024 sin tener complicaciones legales. Pero el ‘xeneize’ tiene el ‘sartén por el mango’ y el futbolista colombiano deberá ceder si no le llega una buena oferta del exterior.