“James Rodríguez no se separó del Olympiacos, sino del fútbol”

Publicado el
James Rodríguez, en un partido de la Selección Colombia. - Fifa.com.
James Rodríguez, en un partido de la Selección Colombia. – Fifa.com.

* La opinión de Nicolás Flórez Parra.

Ha vuelto a suceder y, la verdad, ya no sorprende. Las alarmas que se encendieron desde que empezó a sonar para ir a Grecia y nunca desaparecieron hasta el sol de hoy se confirmaron. James Rodríguez ha dejado el Olympiacos de manera anticipada (casi tres meses antes de acabar contrato) y ha salido por la puerta de atrás… una vez más.

No puede ser casualidad que se vaya dejando tan malas sensaciones de los clubes que apuestan por él. Real Madrid, Everton (un año de contrato por delante) , Al-Rayyan (dos años menos que lo proyectado en el vínculo)… todos han visto su capital perderse entre las lesiones, las polémicas y las discusiones con los entrenadores. Ahora, en El Pireo, todo apunta a que fueron los dirigentes quienes se hartaron de lidiar con un problemático demostrado.

Todo el palo que se le dio a Zinedine Zidane desde Colombia se ha quedado sin fundamento. Hasta Rafa Benítez la tenía clara para dejar al cucuteño a metros de sus proyectos, sin importar que fuese una pieza importantísima para la mercadotecnia de la empresa. Porque si hay algo que todavía mantiene vigente a Rodríguez es lo que genera por haber brillado tanto entre 2012 y 2015 como para vender una buena cantidad de camisetas y publicidad.

Lo más triste del asunto es que en Colombia todavía no se aprende de lo evidente. No solamente porque aún cuenta con defensores obsesivos que quieren hacerse los ciegos, sino porque los datos lo demuestran. En gran parte, la clasificación de la Selección al Mundial de Qatar 2022 se perdió por su inclusión en las convocatorias. El rendimiento de la Tricolor sin él fue prácticamente el doble.

¿Y entonces en qué está pensando Néstor Lorenzo? Por que sí, es cierto que desde que asumió el cargo de seleccionador está invicto y ha venido llamando a James; pero es que hasta ahora solamente han sido compromisos amistosos y otra cosa se viene cuando toque disputar lo oficial. Y quedar por fuera de la cita en Estados Unidos, México y Canada con la cantidad de cupos sería una de las mayores vergüenzas en la historia del deporte colombiano.

Aquí tiene que contar con los mejores del momento y olvidarse de complacer los caprichos de unos pocos. Quién sabe, a lo mejor eso fue lo que acabó con el respeto por Reinaldo Rueda y su proyecto en la Selección Colombia. Tuvo un aire de carácter para dejar a James por fuera de los llamados al ver que no estaba en condiciones físicas, pero le faltaron pantalones para sostener su decisión ante la presión que le ejercieron. De hecho, lo volvió a llamar después de que lo hizo quedar como un zapato al frente de todo el mundo con una transmisión en redes sociales, estando lesionado de las costillas, recién sancionado por agredir a un árbitro en Catar y con poquísimos minutos en una liga y equipo de bajo nivel. Memoria, hay que hacer memoria.

James Rodríguez ya no está en la élite y, de milagro, todavía es futbolista activo. La mala preparación física y la falta de compromiso no solamente han llevado al jugador a las reseñadas salidas poco amistosas del los clubes, sino que han tirado por la borda los proyectos a raíz de una confianza que no se corresponde en la cancha y unos salarios exorbitantes que no se ajustan al rendimiento. El ’10’ de cualquier equipo le queda grande.