En juego correspondiente a la fecha 2 de la fase de grupos de la Copa Libertadores, Nacional de Uruguay venció 2-1 a Independiente Medellín en el Gran Parque Central. Fue un cotejo de poco fútbol y mucho empuje que se resolvió con un polémico gol sobre la hora y posteriores alegatos y empujones al estilo de Copa Libertadores.
El partido no tuvo mucho brillo futbolístico, pero sí las emociones propias de una noche peleada de Copa Libertadores en Montevideo. Mucha lucha, concentración y un DIM que por momentos se atrevía, pero sin profundidad.
En una de las pocas opciones que tuvo Nacional en el primer tiempo, cayó el tanto de Pereiro al minuto 37. Primero Zabala entró por el centro del área y remató fuerte a las manos de Vásquez, pero el rebote quedó servido y Pereiro la mandó al fondo con un fuerte zapatazo.
Para la segunda mitad el Medellín siguió con su libreto de proponer fútbol e ir al frente, pero no hallaba los caminos exponiéndose a los contragolpes de un Nacional que ya lucía mejor en cancha. Sin embargo, a los 79’ Luciano Pons empató con un lindo cabezazo tras centro de Deinner Quiñones y el juego seguía subiendo de tono.
Parecía que Medellín se llevaba el empate de oro de Uruguay, pero al minuto 95 llevó el escándalo de la noche. Un tiro libre llovió al área, quedó un rebote y el balón golpeó al uruguayo Damiani en el suelo, esto sirvió para que le quedara servido a Noguera y la empujó al fondo de la red.
Los reclamos del DIM saltaron de inmediato, pues pedían una mano en ataque de Damiani… El VAR solo revisó posible fuera de lugar que no hubo y los jugadores colombianos estallaron contra el juez retrasando la reanudación del partido cinco minutos.
Finalmente, Darío Herrera no dio su brazo a torcer y el partido terminó entre empujones, insultos, corridas y mucho picante en la cancha uruguaya donde DIM se vio perjudicado por una controvertida decisión arbitral.