- Comandos Azules es sancionada por entrar un ataúd con un muerto a partido de Millonarios
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Nada mejor para calentar una noche helada como la del lunes festivo en Bogotá que un buen partido de fútbol. Esa era la propuesta para el duelo entre Millonarios y Once Caldas en la sexta jornada de la Liga BetPlay Dimayor 2023-II. Necesidades distintas, pues el Blanco Blanco sigue comprometido con el descenso y se juega la vida este semestre.
Buena asistencia a El Campín para disfrutar de una nueva salida del actual campeón de Colombia. Eso sí, la tribuna norte, que habitualmente es ocupada por Comandos Azules, estuvo vacía por cuenta de una sanción impuesta por el distrito debido al ingreso de un ataúd con una persona fallecida en el juego contra Deportes Tolima.
Lo esperado
Ocho jornadas sin ganar en condición de visitante era el lastre que arrastraba el conjunto de Manizales. La tarea ante Millonarios no resultaba fácil y menos con lo que se vio en el arranque: un Embajador sosteniendo la pelota y atacando, principalmente por el sector derecho, con el despliegue de Sánder Navarro y la pericia de Daniel Cataño.
Precisamente, el ’10’ elaboró la primera ocasión de peligro con una transición al ataque a toda velocidad. Su pase exacto llegó al borde del área para que Mackalister Silva controlara y saca un remate directo a donde estaba esperando Éder Chaux. Cataño también se animaba a disparar de media distancia, recurso poco explotado por Millonarios, pero que a él le ha valido cierta fama a lo largo de su carrera.
Lo inesperado
Ese impulso se fue acabando y aparecieron momentos de buen manejo de pelota por parte de la visita. La intención casi siempre era hacer largas cadenas de pases en el medio y probar un pase largo para apostarle a la velocidad de David Lemos y Dayro Moreno. Esto llevó al Embajador a propasarse con el juego fuerte; Daniel Ruiz y Leonardo Castro fueron amonestados.
Justo cuando todo estaba más igualado, porque Millonarios no elaboraba bien y todos sus intentos en el último cuarto de cancha eran infructuosos, se destrabó el asunto. El buen Sánder Navarro, que no solamente ha cumplido con las labores encomendadas en los pocos partidos que ha tenido, sino que se ha destacado, corrió por su banda izquierda. Su intención era enviar el centro, pero el afán del cierre de Andrés Correa lo llevó a desviar la pelota para anotar en propia puerta al minuto 44. El joven de 20 años lo celebró con una dedicatoria de cumpleaños para su mamá.
Pegar o recibir
Alberto Gamero hizo ingresar a Luis Paredes y retiró al amonestado Ruiz. El tanto que había anotado Millonarios no había forma de que se le abonara a la cuenta de Navarro. Sin embargo, el fútbol casi le recompensa su esfuerzo en el segundo minuto de la parte complementaria, cuando una conexión con Leonardo Castro lo dejó en el mano a mano que ganó Chaux.
Álvaro Montero viene haciendo unos méritos espectaculares para continuar en las convocatorias de la Selección Colombia y eso se revalidó. Una mala coordinación defensiva permitió que Dayro Moreno enviara una pelota al área y Billy Arce llegó a fusilar con el arco de frente. El portero de Millonarios estiró todo el tronco para sacar una pelota que parecía posible. El partido estaba siendo animado y de nervios para ambos bandos.
El ‘sube y baja’
Millonarios tuvo una increíble en un tiro de esquina en el que Andrés Llinás apareció solo para cabecear, pero Chaux volvió a ser héroe sobre la línea sin dar rebote. El portero la puso en movimiento rápido para una transición que sorprendió al elenco albiazul retrocediendo. El centro de Dayro Moreno fue exacto y Luis Miranda se elevó para un testarazo que sí fue al lugar correcto. Las cosas se empataron al 57′ y Gamero se quería salir de la ropa del enojo.
Ahí se despertó Millonarios y se volcó con decisión a anotar un gol. Un pelotazo largo antecedió a un control extraordinario de Leonardo Castro, la cabalgata al área y un zurdazo potente que Chaux alcanzó a arañar para que hiciera sonar el mental del palo. Gamero se alineó con esa sensación y entendió que este equipo funciona siendo ofensivo. Por eso, ingresó Jáder Valencia y se retiró del medio Daniel Giraldo.
No iba a tardar mucho en dar frutos el riesgo. Al minuto 67, Juan Pablo Vargas ubicó un lanzamiento larguísimo en el área para exigir en velocidad a Ómar Bertel. El lateral izquierdo centró hacia el área chica y allí apareció Daniel Cataño zambulléndose y celebrando estar de nuevo al frente en el marcador. Gamero estaba balanceándose en un ‘sube y baja’ emocional.
Pedro Sarmiento quería sacar como fuera algún punto de Bogotá. Jugó entonces a la misma arriesgada con el ingreso de Marlon Piedrahita, Johar Mejía y Esteban Beltrán. Lo curioso de esto fue que Gamero jamás recompuso. Se pensaría que lo normal, ya estando arriba en goles, era hacer entrar un centrocampista y volver a dejar un solo atacante. Es más, refrescó la posición de Leonardo Castro con la aparición de Fernando Uribe.
Al 90′, Millonarios pasó el susto de su vida con una pelota que terminaba en el fondo de la red y con una corta celebración de Andrés Correa, pero la jugada fue invalidada por fuera de juego. Ahí Gamero sí se decidió a equilibrar con Klíver Moreno y Jorge Arias. Pudo sostener el 2-1 y volver a la victoria ante un público que se ilusiona con revalidar el título. Once Caldas sigue bajando su promedio y ahora ya empezará a rozar las posiciones de descenso.