Las decisiones acertadas son un proceso, no un acontecimiento puntual. En el fútbol de hoy en día hay una mala costumbre y es de querer llamar ídolo a cualquiera. Por el simple hecho de tener el ‘10’ a la espalda u otro dorsal que pese. Pero no. Los ídolos cada vez son más escasos. Difícil hallarlos en cada esquina, y cuando se tiene a uno, por muy mal momento que pase, también es cierto que hay que entender que en la vida no es todo color de rosa.
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A pesar de tener una “lesión irreversible”, a pesar de haber errado goles debajo del arco, a pesar de estar más fuera que dentro del proyecto ‘Bolillo’ Gómez, Carlos Bacca va a su antojo y demostrando día a día que encaja en cualquier sistema, por mucho que cueste lo que cueste. A tal punto que este sábado, ante Águilas Doradas, el delantero porteño será el encargado de portar la cinta de capitán. El barco está en orden. Y así de claro lo dejó saber el estratega antioqueño en conferencia de prensa.
“El capitán siempre me ha gustado en el mediocampo. No está Didier (Moreno). Los dos volantes que jugarán serán Jhon Vélez y Berrío. El capitán será Carlos Bacca”. Así, sin titubeos, el entrenador paisa da, por ahora, la ‘guerra’ perdida. Bacca 1, ‘Bolillo’ 0. De esta manera, queda demostrado que a los ídolos en Junior hay que ‘matarlos’, como aquella frase célebre que lanzó el mítico Édgar Perea cuando el ‘Tiburón’ se consagró campeón en 1980.
Superada la muralla, ahora a Bacca le llega la hora de la verdad. La hora con la que todo delantero sueño: inflar la red. Eso que no hace desde el pasado 29 de enero, cuando ante Independiente Medellín, en el Metropolitano, puso de pie a todos los aficionados. Por lo pronto, Carlos puede acostarse con una sonrisa de oreja a oreja. En Barranquilla, una afición que exige al por mayor, no comen cuento y aún creen en los ídolos eternos.