Los hechos de violencia que se presentaron en el Atanasio Girardot, previo al duelo entre Atlético Nacional y América de Cali, entre algunos miembros del Esmad y la Policía, contra una parcial de la barra de Los del Sur, quienes decidieron alterar el orden lanzado objetos y causando daños en las gradas, y por lo que las autoridades se vieron obligadas a lanzar bombas aturdidoras y de humo, han generado una gran cantidad de reacciones.
A la voz del presidente de Atlético Nacional y del secretario de Gobierno de Medellín, se sumó la del alcalde de la capital del departamento de Antioquia, Daniel Quintero, quien le lanzó una especie de ‘amenaza’ a las directivas del club verdolaga, a través de sus redes sociales.
“No vamos a tolerar la violencia. Me toca poner hasta 800 policías por cada partido. No prestaremos el estadio a Nacional hasta que no se acuerden condiciones mínimas de seguridad entre barra y directivas, y la vigilancia sea pagada por el equipo. Prefiero a los policías cuidando a la gente en las calles”, escribió el mandatario en su cuenta de Twitter.
Esto sin duda ha generado una gran cantidad de reacciones, pues muchos ven esta posición de Quintero en línea de lo mencionado por Juan Pablo Ramírez, secretario de Gobierno de la ciudad, quien culpó a Nacional de lo sucedido dentro del estadio y que impidió que se llevara este compromiso.