En Medellín el ambiente es de tensión luego que el partido entre Nacional y América se debió aplazar por disturbios protagonizados por Los Del Sur. Los actos de violencia en la tribuna se trasladaron a los alrededores del estadio y los miembros de la barra han circulado versiones sobre su intención de repetir los actos de violencia el próximo jueves en el partido de Copa Libertadores ante Melgar.
Las autoridades se encuentran en alerta y el alcalde, Daniel Quintero, a través de su cuenta de Twitter manifestó que no se le prestará el estadio al verdolaga “hasta que no se acuerden condiciones mínimas de seguridad entre barra y directivas, y la vigilancia sea pagada por el equipo”.
Debido a la distancia entre la directiva del club y la barra se ve amenazado el compromiso internacional. En las calles de la ciudad también hay preocupación por el alcance de la problemática, que en vez de controlarse ha crecido. Desde las amenazas a los directivos a los recientes hechos de violencia en el estadio.
En ese sentido, el presidente de la Dimayor, Fernando Jaramillo, refiriéndose a la sanción que puede caerle al escenario y la institución, manifestó que el ente tiene como prioridad se pueda realizar el encuentro de Libertadores el próximo jueves para evitar la vergüenza internacional.
“Vendrá un informe de un comisario. Veremos la evaluación del Comité Disciplinario para después tomar medidas. Lo que se debe es buscar soluciones para que no lleguemos al punto de que no se pueda jugar en Medellín en Copa Libertadores porque no tendría ninguna presentación. Trabajaremos para ello y que se pueda resolver todo de la mejor manera”, dijo en Blu Radio.