El pasado domingo las autoridades capturaron a Guy Esteban García, Santiago Mera y Debinson Mateus, jugadores de Once Caldas, por el delito de extorsión. De acuerdo a la Policía Metropolitana de Manizales, los deportistas fueron sorprendidos en flagrancia cuando intentaban cobrar 500 mil pesos a una joven universitaria para regresarle un celular de la marca Apple.
Los futbolistas argumentan que se encontraron el celular y luego procedieron a solicitar la mencionada suma de dinero a la propietaria para si devolución. Aunque su acto delictivo, de acuerdo al código penal, incurrirá en prisión de ciento noventa y dos (192) a doscientos ochenta y ocho (288) meses y multa de ochocientos (800) a mil ochocientos (1.800) salarios mínimos legales mensuales vigentes“, el director el director del Gaula de la Policía Nacional, el coronel Giovanni Cristancho Zambrano, asegura que no irían a prisión.
“Normalmente, por no tener antecedentes y porque no son un peligro para la sociedad, el juez puede determinar que no vayan a prisión. Eso lo tendrá que determinar el juez, pero en estos casos se toman otro tipo de medidas de aseguramientos”, manifestó a Blu Radio.
Este no es el primer caso de extorsión en el que se ven envueltos jugadores del fútbol colombiano, recuerda el polémico suceso que involucró a Rubiel Quintana en 2004. El entonces lateral de Cortuluá fue capturado por el Gaula de la Policía junto a dos jóvenes, Héctor Castro y Alaín Meléndez en medio del cobro de cinco millones de pesos a un técnico agrícola local.
Por el confuso episodio el otrora futbolista argumentó que se encontraba en el lugar equivocado y por hacerle el favor a uno de los otros dos capturados de trasladarlos hasta el lugar, sin saber de qué se trataba, en donde fueron retenidos. Quintana tuvo que permanecer 15 días detenido, mientras se determinó que no estaba implicado.
“Jugaba en el Cortuluá. Estaba en vacaciones y recuerdo que fui donde un amigo, Gener González. Él estaba tomando cerveza con unos tipos, que me pidieron que los llevara al centro a cobrar una plata. Cuando lo estábamos esperando, nos cayó el Gaula. Me tocó estar 15 días en una inspección de policía. Le di 8 millones al abogado y además, al que capturaron me sacó limpio, porque yo no tenía nada que ver en eso”, recodó sobre le suceso en diálogo con El Tiempo en 2013.