Santa Fe arrancó con una sufrida victoria su participación en la Liga Betplay Dimayor del segundo semestre tras vencer al pálido Jaguares en El Campín con un agónico tanto de Hugo Rodallega, su única figura. El equipo de Bodhert por ahora es una réplica del bochornoso onceno que fracasó hace dos meses pese a algunos momentos de empuje.
Un equipo sin ideas
El elenco Albirrojo carece de ideas del medio para delante. Serje no aporta gran cosa desde el primer pase y Sambueza fue un fantasma en zona ofensiva sin dar claridad ni asociación. Por su parte, Jersson González es un ente de mucha actitud, pero pocas decisiones acertadas dentro del área.
Santa Fe apeló esporádicamente a la actitud y el empuje de su público, aunque sigue sin ser el equipo sin garra que se ha visto en otras ocasiones. El arquero Banguera sacó un par de balones importantes y nada más hasta que se lesionó y fue sustituido.
Pero el fútbol extrañamente premió al equipo que más insistió en medio de sus limitaciones y una extraña jugada le dio, de carambola, el gol del triunfo a Rodallega, el eje futbolístico y actitudinal del León.
Las caras nuevas no hacen diferencia
La mitad del onceno que alineó Bodhert son de la lista de contrataciones e incluso algunos sorprendieron como titulares. Pero literalmente ninguno hizo algún aporte valioso para el funcionamiento del colectivo, y tampoco los provenientes del banquillo ante un rival extremadamente débil y timorato que jugó con inteligencia.
Aunque es la primera fecha, no se ve que los nuevos nombres puedan hacer alguna diferencia por la poca jerarquía que tienen y, como de costumbre, Rodallega resultó salvando los muebles en una jugada con alta dosis de suerte cazando un rebote inesperado en el último minuto del cotejo.
Un solo delantero no es suficiente… Pero hubo suerte.
Bodhert sigue con el mismo esquema de Hárold Rivera donde solo juega con un delantero en punta y esto facilita el trabajo de la zafa rival porque el mediocampo no aporta en generación.
Afortunadamente para Santa Fe, Rodallega es el único hombre de jerarquía y que encima se pone el overol para construir juego cuando sus compañeros no le entregan buenas bolas.
En el 96′ cazó uno de los dos balones claros que tuvo en la noche luego de un error del central, quedó mano a mano ante Arley Cadavid (portero recién ingresado) para definir a placer y estallar el júbilo de 9.500 pacientes almas que llegaron a El Campin.