Julio César Falcioni: “Siempre he pensado dirigir al América de Cali, pero me da temor…”

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Julio César Falcioni, ídolo del América de Cali

Mientras América de Cali busca técnico ante la posible salida de Guimaraes por la prematura eliminación en los cuadrangulares, siempre hay un nombre que ablanda el corazón ‘escarlata’ y es un sueño latente: Julio César Falcioni, actual entrenador de Banfield e ídolo total de América en sus épocas de arquero sumando varios títulos y alegrías.

El longevo adiestrador la pasa bien en Buenos Aires con su querido Banfield, pero es imposible que no se le mencione al América y sobre todo el deseo de los fanáticos por tenerlo en el banquillo. Y bajo ese contexto habló en una entrevista con el diario ‘El País’ de Cali.

Su romance con la hinchada de América

“Desde el comienzo hubo una simbiosis, una atracción mutua. Yo me volví muy hincha del América y traté de defender siempre la camiseta con todo lo que tenía, con lesiones, operaciones, con todo lo que conlleva la exigencia del fútbol, y el hincha me lo reconoció siempre”.

Confiesa que le da temor dirigir al América de Cali

“Es algo que siempre pensé, pero siempre me dio temor… Porque pasaron tantos años después de que me fui como jugador, y si como técnico te toca perder dos o tres partidos… No, no me gustaría que ese cariño se perdiera o se volviera un insulto”.

“El fútbol a veces te da dos o tres resultados negativos y bueno… Ojalá algún día se dé esa posibilidad. Ha pasado mucho tiempo ya”.

Tuvo otras ofertas para dirigir en Colombia

“Tuve ofertas concretas de otros equipos de Colombia y nunca quise. Por amor al América… Los equipos fueron Nacional, Millonarios y Deportivo Cali”, reveló en ‘El País’ de Cali.

Lo que más extraña del América

“El cariño. En la institución había gente muy buena, como doña Beatriz, doña Nur, don Álvaro Guerrero, que todavía vive. Aprovecho y le mando un saludo al viejo, siempre estoy en contacto con su hijo, con Alvarito. Y después, extraño el día a día, cuando entrenábamos en Águila Roja, luego en Cascajal, y cómo no, los triunfos. En América siempre me sentí querido y respetado. Y todavía recibo ese cariño”.

Me sorprende que el cariño de los hinchas del América hacia mí ha pasado de generación en generación. Y es difícil que eso suceda. América me ayudó a formar mi familia, mi hogar, porque lo iniciamos en Cali. Me ayudó en la educación de mis hijas desde su infancia. Yo estoy muy agradecido con la institución y los hinchas, porque su cariño ha traspasado fronteras y tiempos”.