Leonardo Castro lidera la remontada: las claves del triunfo de Millonarios 3-1 sobre Atlético Bucaramanga por Copa BetPlay Dimayor 2023

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Leonardo Castro celebra un gol. - Vizzor Image.
Leonardo Castro celebra un gol. – Vizzor Image.

Millonarios sale a este segundo semestre como defensor de los dos títulos en Colombia. Que la reciente conquista por Liga ante Atlético Nacional no haga olvidar que el Embajador es el actual campeón de la Copa BetPlay Dimayor. Este certamen, que reúne a los equipos de primera y segunda, arrancó con el Embajador en unos octavos de final que lo ponen en frente de Atlético Bucaramanga.

El juego de ida en Bogotá tuvo una pésima antesala con la noticia de la lesión de Elvis Perlaza, que lo deja prácticamente por fuera todo lo que resta del año. Así, Alberto Gamero tuvo que echar mano del juvenil Sánder Navarro para que actuara de lateral derecho. Buena oportunidad para irse construyendo su nombre y pelear por una posición en la que también actúa Ricardo Rosales.

Remar, remar y hundirse

Arrancando, el Embajador tuvo buen manejo de pelota, haciendo de Luis Paredes un elemento importante como extremo derecho para desbordar y sacar centros. Daniel Cataño y Mackalister Silva fueron ejes precisos, pero la falta de puntería condenó las ocasiones creadas. El capitán tuvo un remate contra el palo que hacía pensar en lo cerca que estaba la anotación albiazul.

Sin embargo, Millonarios fue perdiendo terreno. Una desconcentración en defensa al minuto 37 permitió Hadier Borja sacara un centro hacia el área chica y la anticipación en velocidad de Misael Martínez para meter el cabezazo fulminante en el que Álvaro Montero no tuvo tiempo de reaccionar.

Examen oftalmológico urgente

El tema del arbitraje es un verdadero calvario para el fútbol colombiano. Si con VAR hay unos errores inauditos, pues cualquier cosa se sanciona sin la ayuda de la tecnología. Y eso, precisamente eso, ocurrió. Primero, Émerson Córdoba se las ingenió para correr al espacio entre los centrales y definir en el mano a mano contra Montero. La repetición de la televisión permitió que ver que todo era legal, pero el asistente Danilo Sarmiento levantó la bandera.

Leonardo Castro era el que más empujaba por su gol. Estrelló una pelota en el travesaño y el rebote fue desaprovechado por Larry Vásquez. Luego la pelota fue recibida por el mismo delantero en el área, acomodó dos veces el cuerpo y sacó un remate espectacular que se clavó en un ángulo superior del arco. El Campín cantaba el empate, pero Diego Ospina también sancionó fuera de juego cuando todo era legar. Un desastre.

Sacar la cabeza del agua

Ya en la segunda mitad, Francisco Rodríguez no solamente derribó a Daniel Cataño en el área cuando iba a rematar a quemarropa, sino que lo desprendió del suelo. El árbitro Diego Ruiz estaba muy cerca como para percatarse de la falta y decretar penalti. Leonardo Castro tomó la pelota y engañó por completo a Christopher Varela para igualar el asunto al 59′.

El Bucaramanga salió a echarse atrás y de ahí no se movió. Millonarios tuvo el control de pelota al que ha acostumbrado durante los últimos años, pero la generación de ocasiones claras flaqueaba. Un error técnico de Cataño a la hora de impactar la pelota desconcertó a la zaga visitante y Leonardo Castro de zambulló para acariciarla y mandarla al fondo al minuto 72. La remontada estaba hecha y quedaba tiempo como para intentar una ventaja mayor de cara al encuentro de vuelta.

El mismo Chacho hizo pasar otro remate muy cerca del objetivo. Gamero entendió que tenía que buscar más goles y tenía todo servido. Así fue como refrescó el ataque con Fernando Uribe y Édgar Guerra, remplazando a Leonardo Castro y a Luis Paredes. Así se conformó la jugada con la que Guerra eliminó rivales para mandar un centro que se paseó hasta el segundo sector. Beckham Castro puso fuerte el pie y ya las cosas iban 3-1 al 80′.

Montero tuvo que estar firme para responder ante un balazo que Francisco Rodríguez sacó de media distancia. Sánder Navarro merece ser destacado porque tuvo una muy buena disciplina defensiva y entendió como asociarse a la hora de saltar al ataque.

La ventaja de dos goles le da un escenario cómodo a Millonarios como para pensar en la clasificación a cuartos de final en Bucaramanga. Todo apunta a que el equipo de Gamero ya está retomando el nivel contundente tan característico que le faltó en los primeros partidos oficiales de este segundo semestre y alarga a 26 encuentros su invicto en El Campín de Bogotá.