Atlético Nacional es una montaña rusa de emociones y formas futbolísticas. Un equipo que también obedece a lo indescifrable de su plantilla que combina un puñado de juveniles con jugadores más experimentados que siguen sin dar la talla.
Contra América de Cali en Copa consiguieron una victoria que parecía el empujón anímico para un equipo golpeado por la derrota en la final ante Millonarios, pero contra Jaguares volvieron a mostrar una de sus feas caras en un partido demasiado plano, con escasas ideas, varias pruebas y errores del técnico Amaral y al final el milagro de tres juveniles salvó al ‘verdolaga’.
Nacional puso casi todo lo mejor de su corta nómina pese a que el jueves se juega un partido crucial contra Racing de Avellaneda. Y tuvo a Jhon Duque como héroe y villano con dosis de fortuna y luego de infortunio en medio de un equipo que proponía más por la responsabilidad que por otra cosa.
A los 23 minutos Jhon Duque (capitán del equipo) supo cazar un rebote fuera del área y remató potente un balón que se desvió en un zaguero para descolocar al portero y meterse al fondo de la red. Parecía una noche tranquila para el local con un libreto clásico de equipo grande sobre pequeño, pero el mismo Duque igualó las cargas.
En el minuto 30 cometió un imprudente penal llegando tarde a la disputa de un balón, pisó fuerte a Molina, el central sancionó cobró desde los 12 pasos sin mucha discusión y Viveros lo cambió por gol engañando al portero Chipi Chipi Castillo.
Desde ese momento Nacional se convirtió en el equipo plano que muchas veces se vio cuando no están en cancha hombres como Dorlan Pabón y Jarlan, esto pese a la constante filosofía de la tenencia de balón que hoy no daba muchos réditos en generación. El debutante uruguayo Cantera intentaba asociarse con los jóvenes del verde, pero poco se entendían y así corrían los minutos en el primer y segundo tiempo sin muchas acciones ofensivas importantes mientras Jaguares se encerraba a su manera.
Los jóvenes salvan los muebles sobre la hora en el Atanasio
Pero tanto se encerró el equipo ‘felino’ de Pompilio Páez hasta que lo castigaron igual que en Bogotá ante Santa Fe hace 10 días. En el minuto 91 aparecieron los juveniles verdolagas ávidos de protagonismo e hilvanaron una exquisita jugada a toda máquina para poner el 2-1 y darle tranquilidad al cuadro paisa antes del partido copero.
Juan Pablo Torres, que ingresó en el segundo tiempo, recibió un balón en la mitad de la cancha y lanzó un lindo pase por banda derecha a Éider Ocampo (figura de la Selección Colombia sub 20 que hoy fue titular), ahí controló y lanzó un hermoso balón cruzado a la puerta del área donde apareció Jayder Asprilla (también ingresado en el 2T) para anotar su gol inolvidable y sellar la victoria con el suspenso del VAR incluido.