- Jersson González se viste de Rodallega y le da vida a Santa Fe: las claves del triunfo ante Envigado
- ¿Quién atacó el bus de Santa Fe? Su presidente asegura que no fueron sus hinchas
En un partido vibrante de principio a fin, Junior le ganó al América de Cali por 4-3 después de ir 3-0 abajo en el marcador. Todo se le derrumbó a Lucas González que no supo leer el encuentro y cuando se vio con el agua al cuello quiso reaccionar pero fue demasiado tarde. Los goles del local fueron cortesía de Carlos Bacca, Luis ‘Cariaco’ González (dos veces de penal) y Deiber Caicedo. Los de la visita fueron obra de Edwin Cardona (en dos oportunidades) y en contra de Emanuel Olivera.
Hasta acá llegó Lucas González
América jugaba un gran primer tiempo y en el segundo tiempo cuando se vio con el agua al cuello, no supo mover las fichas y confundió a la defensa con sus cambios. Más de lo mismo de este semestre y lo que lo condenó en Águilas Doradas en la recta final del campeonato pasado. El entrenador no sabe parar los equipos de mitad de cancha para atrás, se nubla y nubla a los suyos. Esta escandalosa derrota debe terminar con su salida. Este reto, después de varios meses y partidos, le quedó grande.
Junior jamás bajó los brazos
Con el 3-0 en contra fue y obligó los errores del América. Uno de ellos derivó en un penal (que no fue) y le dio la oportunidad a Carlos Bacca de marcar. Un gol clave para irse al descanso tranquilo. En el complemento, Arturo Reyes si supo mover sus fichas y con los ingresos de ‘Cariaco’ González y Deiber Caicedo, inclinó la cancha y pudo remontar el duelo. Premio a un equipo golpeado que no se rindió y supo respetar su casa. Además, le sacó ventaja a los horrores del rival. Un gran victoria que le inyecta otra ánimo para lo que viene en el campeonato.
La frialdad de ‘Cariaco’ González
El ’10’ entró en el segundo tiempo y tuvo la frialdad suficiente para cobrar dos penales muy complejos en un momento muy bravo del partido. Un fue el 2-3 y el otro fue el 4-3. Además, le dio otro aire a la mitad de la cancha, hizo jugar a los suyos y los despertó después de una primera parte para el olvido.
América, un mar de horrores
Producto del caos que crea el entrenador desde la raya, muchos jugadores estuvieron muy lejos de su nivel. Incluso estando 3-0 arriba en el marcador. Andrade sigue dudando después de muchos años en primera; Mena no da pie con bola; ni abajo ni arriba. Portilla se volvió un jugador ‘correlón’ y a Franco Leys lo amonestan de la manera más estúpida siempre (vio la roja después del 4-3). Ni hablar de la falta de alma de Facundo Suárez y Jorge Soto.