Todos los ojos estaban puestos en el duelo entre Medellín y Boyacá Chicó, porque podría ser decisivo para definir el Grupo B. Contrario a las expectativas, ambos equipos dieron un muy discreto espectáculo en el que no sólo faltaron goles, también emociones. Se trató de un juego pragmático para lo de García, que se aferraron a las opciones que le dejó la igualdad.
Sólo una vez habían empatado sin goles el ‘Poderoso’ con los boyacenses en el Atanasio y los dueños, dejando varios jugadores en el banco pensando en Copa Libertadores, mostraron que optaron por ser espectadores en el cuadrangular. Apenas escaramuzas se vieron en el encuentro, la primera al minuto 7 con un lanzamiento de Loaiza al espacio para a Arizala, el cual encontró el balón tras hacer una linda diagonal, pero erró al intentar bañar a Caicedo y le definió a las piernas.
Los dirigidos por Mario García tomaron la pelota luego del campanazo, le impidieron salir a los rojos, pero no tuvieron profundidad. Sólo hasta el 20’ volvió la acción a las áreas a través de la pelota quieta. Esta vez Arizala cabeceó un tiro libre de costado, el portero ajedrezado hizo una atajada impresionante, aunque la acción era inválida por fuera de lugar.
La respuesta del dominador del partido tendría que llegar y fue desde el costado izquierdo con Cruz al sacar una doble gambeta para lanzarle un centro a Támara, este se le anticipó a Ararat y a pesar de quedar solo debajo del arco, la envió sobre el horizontal.
En una primera parte discreta y con pocas emociones. Cadavid levantó al público de las bancas al conectar un tiro de esquina muy cerca de la base del palo derecho de Caicedo al ganarle la posición a Mosquera.
El complemento tuvo los mismos visos del inicio, pero en vez de Loaiza el recién ingresado Alvarado lanzó para Arizala, en velocidad el delantero casó la pelota y obligó la salida del área de Caicedo para despejar con un abarrida.
El ímpetu del arranque continuó para que Medellín se metiera en el partido, tomara el balón, pero no logró inquietar el arco boyacense. Únicamente lo haría a través de la pelota quieta y en un tiro de esquina Daniel Torres fue al primer palo a poner un testarazo a las manos del guardameta de Chicó.
Los de Tunja entendieron que el marcador todavía los mantenía con opciones en el Grupo B y bajaron un par de cambios, entregándole la pelota al DIM. La extrema pasividad de la visita llevó a Cetré probara con un disparo de media distancia, Pons también exigió al portero y desperdició un mano a mano en el epílogo del partido y de las opciones de su equipo en los cuadrangulares.
Con el empate sin goles Boyacá Chicó sigue con opciones de pensar en la final y el Grupo B se mantiene abierto. Por su parte, Medellín se olvida de la liga y pone la mira en la Copa Libertadores.