Millonarios tiene un puzle creativo por resolver

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Alberto Gamero, con un efecto de rompecabezas.
Alberto Gamero, con un efecto de rompecabezas.

Hasta hace muy poco, el principal problema que tenía Millonarios era la poca cantidad de jugadores. Si caía uno por lesión o suspensión, Alberto Gamero se veía obligado a improvisar posiciones o a hacer debutar contra el tiempo a algún joven que ya venía haciendo trabajos de entrenamiento con el primer equipo. Con la variedad de opciones esa situación se ha revertido al punto de convertirse un puzle.

La mencionada dificultad se convirtió en fortaleza; no solo por la aparición de jóvenes talentos que han deslumbrado al punto de ser rápidamente vendidos como Óscar Cortés o Carlos Andrés Gómez, sino por la versatilidad que han encontrado ciertos jugadores para desempeñarse en varias zonas. El caso más notorio de la segunda situación es Jorge Arias, que habitualmente es central, pero como lateral izquierdo lo ha hecho fenomenal.

Se puede decir que el entrenador ya tenía centrocampistas ofensivos y extremos suficientes al arrancar este segundo semestre. Como solamente tendrá que concentrarse en defender el rótulo de campeón en Liga y Copa, la presencia de Luis Paredes, Édgar Guerra, Mackalister Silva, Daniel Cataño, Jáder Valencia, Beckham Castro y Yúber Quiñones parecía ser suficiente para esa línea de tres que en un esquema táctico se dibuja detrás del centrodelantero.

El rompecabezas ahora tiene otro nivel de dificultad con el regreso de Daniel Ruiz. No se esperaba que regresara tan pronto, pues su préstamo en el Santos de Brasil iba hasta diciembre. Ya que se ha hecho oficial su retorno, hay que sumarlo a la baraja de opciones que encajan ahí. Son ocho futbolistas para tres plazas, y en esos espacios ya hay dos que están ocupadas casi siempre por Silva y Cataño.

Se asume que con tres porque, en procura del equilibrio, no se ve a Gamero sacando a uno de sus dos habituales centrocampistas de marca, que quienes vienen actuando como titulares son Daniel Giraldo y Larry Vásquez. Es posible que llegue a probar esa fórmula, pero asumiendo riesgos o poniendo a alguno de los de corte ofensivo a hacer una labor en la que no aprovecharán sus virtudes.

Ruiz habitualmente hace trabajo como media punta, justo detrás del ‘9’, o también actúa como extremo izquierdo. En el primer rol entra en disputa con Cataño y Silva, mientras que en el segundo encuentra todavía más competencia con Beckham Castro, Quiñones y Valencia. Hay que aclarar que este último es otro de los jugadores que se ha tenido que transformar, pues su posición natural de centrodelantero ya tiene a Leonardo Castro y Fernando Uribe.

En el 4-2-3-1 que se ha venido asumiendo, Alberto Gamero va a tener que ingeniarse una manera de darle participación a todos. Decidir entre repartir los minutos de una forma medianamente equitativa o frenar el proceso de rodaje de algunos jugadores jóvenes es la consigna. Por fortuna, la efectividad mostró el equipo en los partidos no oficiales contra Atlético Nacional, Crystal Palace y Real Zaragoza ya se pudo trasladar a los duelos ante Deportes Tolima en Liga y Atlético Bucaramanga en Copa.