“ No soy esclavo de resultados. Para mí los jugadores hicieron un gran partido y el resultado no borra absolutamente nada”, manifestó Pauolo Autori luego de la derrota en el Atanasio ante Junior. Si bien sus palabras superficialmente defienden el ADN del buen juego de Nacional, la realidad dista. Cursando la mitad de la temporada el equipo sigue sin convencer y los resultados tampoco lo acompañan.
En el ‘verdolaga’ hay que gustar y ganar. Es la identidad del equipo y no es negociable para su afición. Con el entrenador brasileño el equipo se muestra más que discreto y deja muchas dudas, como el debut de Copa Libertadores en el que un equipo de la Segunda División Argentina lo hizo ver muy mal, hasta que Dorlan Pabón salvó los muebles y compró tiempo.
Sin cumplir la premisa del buen juego, al menos se debería cumplir en el ítem del rendimiento. La más reciente derrota en casa invita a mirar con lupa cómo le ha ido al elenco antioqueño con Autori. En el presente curso el Atanasio dejó de ser un fortín, de 8 partidos disputados apenas se han ganado 3, acumula 5 empates y 1 derrota.
En la segunda etapa del brasileño el balance no deja mucho por desear. De los 17 partidos que ha dirigido únicamente ha ganado 7, sumando 8 empates y dos derrotas. Esto se traduce en un rendimiento del 51.8 %, muy mediocre para un equipo de la historia de Atlético Nacional.
Credenciales no le faltan a Paulo Autori. Sus títulos de Copa Libertadores, una con Cruzeiro y otra con Santos, mismo equipo con el que se consagró campeón del Mundial de Clubes lo acreditan como un técnico de renombre. Sin embargo, en Nacional no encontró su lugar: en sus dos eras tiene un redimiendo de apenas el 50% producto de 46 partidos jugados sumando 17 victorias, 18 empates, 11 derrotas, 51 goles a favor y 44 en contra.