SOS en el Fútbol Profesional Colombiano

Publicado el
Invasión en el Palo Grande y Atanasio Girardot.
Invasión en el Palo Grande y Atanasio Girardot.

“La pelota no se mancha”, la histórica frase de Diego Armando Maradona no se está cumpliendo en la actualidad del Fútbol Profesional Colombiano. La ‘pecosa’ pasó a un segundo plano en nuestro país, a raíz de todos los hechos de violencia que se presentan fecha tras fecha en los diferentes estadios del territorio nacional, y no es algo de este año, es un problema social que se viene presentando durante las últimas temporadas.

Barras bravas no permiten que se juegue un partido en el Atanasio Girardot, mal llamados aficionados, invaden el terreno de juego con el propósito de agredir a jugadores; amenazas a directivos, futbolistas y otros protagonistas del balompié, se convirtió en el ‘pan del día a día’ en el FPC.

En lo que va del 2023, son varios los hechos bochornosos que empañan nuestro fútbol. Solo en la última semana y media, se registraron cuatro incidentes que “mancharon la pelota”:

  1. Hinchas de Millonarios apedrearon un bus donde se transportaban hinchas del Deportivo Independiente Medellín.
  2. Varios integrantes de la barra de ‘Los del Sur’, impiden que se juegue el compromiso entre Nacional y América en el Atanasio Girardot. Explosivos dentro del escenario deportivo, gases lacrimógenos y la suspensión del estadios, fueron algunas de las consecuencias de este vergonzoso hecho.
  3. Aficionados del Once Caldas, atacan el bus del equipo con bolsas de sangre.
  4. Hinchas del Once Caldas, invaden al terreno de juego del estadio Palo Grande de Manizales, tras la derrota del equipo 2-1 ante Alianza Petrolera.

El Fútbol Profesional Colombiano tocó fondo, y no precisamente deportivamente. Los hechos violentos son los protagonistas cada fecha y la pasividad de las autoridades y los entes encargados de poner límites y orden, facilitan que más sucesos como estos últimos cuatro mencionados, continúen sucediendo en el país.

El saldo hasta la fecha son varios heridos, daños materiales y algunos detenidos. Afortunadamente, no ha ocurrido ninguna tragedia mayor, de la cual tengamos que lamentarnos por haber reaccionado a tiempo con esta situación que no se debe normalizar y sí enfrentar y solucionar de raíz.