Una de las grandes expectativas del primer partido de la Selección Colombia en 2023 era el desempeño de James Rodríguez, mediocampista del Olympiacos que llegaba tras reaparecer el pasado sábado con su club luego de un mes de baja por lesiones musculares. Corea era un rival muy físico y la lupa estaba puesta en él.
Para bien y para mal, James sigue siendo el eje ofensivo y futbolístico de la Selección Colombia, por lo que su poca actividad en el primer tiempo fue de la mano del pésimo rendimiento general donde Corea pudo meterle más de dos goles a una ‘tricolor’ que solo tuvo opciones en el juego aéreo.
El mediocampista ya era el blanco de las críticas mientras portaba el brazalete de capitán, pero la segunda mitad fue otra cara para él: en la primera jugada anotó el descuento en una linda jugada colombiana donde fue asistido por Valoyes para definir de frente al arquero con un remate cruzado; y luego siguió aportando.
Colombia empató rápido y ya con la calma del 2-2 James empezó a darle manejo al juego ofensivo del equipo como lo hace en Grecia: posesión, pases filtrados y orden en el mediocampo hasta que su físico aguantó y Néstor Lorenzo siguió con el plan de sustituirlo a los 70 minutos para darle paso a Jhon Arias.
Se espera que James sea titular en el partido ante Japón del próximo martes, pero con otras variantes ofensivas a su alrededor en medio de las diferentes pruebas que hace Néstor Lorenzo en esta fecha FIFA.