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Novak Djokovic colgó el teléfono y alcanzó otra final en el Abierto de Estados Unidos.
El astro serbio empató un récord al acceder a su décima final en Flushing Meadows tras derrotar el viernes 6-3, 6-2, 7-6 (4) a Ben Shelton, en el torneo que el dueño de 23 títulos de Grand Slam se perdió el año pasado por no estar vacunado contra el COVID-19.
Djokovic amansó el potente saque de Shelton, limitándole a cinco aces y quebrándole cinco veces. También neutralizó la reacción tardía del estadounidense de 20 años que hizo a despertar a sus compatriotas en el estadio Arthur Ashe, que retumbó por el ruido ensordecedor con el techo cerrado.
Desbordado en los primeros dos sets, Shelton le puso emoción al tercero e hizo rugir al público. Levantó considerablemente su nivel ante un Djokovic que empezó a cometer más errores al ver cerca la línea de meta. Shelton logró dos quiebres de servicio, dispuso de una bola para set con el marcador 5-4 y levantó un match point antes de forzar un desempate.
Pero Djokovic acabó imponiendo su jerarquía en la definición e imitó el gesto de celebración de su rival — el de colgar el teléfono para poner fin a una conversación.
Djokovic se señaló a la sien y luego llevó su puño hacia el pecho antes de encontrarse en la red con Shelton para un saludo bastante frío.
Un año después de verse imposibilitado de viajar a Estados Unidos, Djokovic quedó a una victoria de su cuarto título en Nueva York y su 24to campeonato de Grand Slam.
“La realidad es que, con 36 años, cada final de Grand Slam … puede ser la última. Por ello probablemente valoro estas ocasiones y oportunidades de ganar otro Slam más de lo que hacía hace 10 años”, dijo Djokovic, quien podría convertirse en el hombre de mayor edad en conquistar el US Open en la era profesional, que comenzó en 1968. “No sé cuántas más tenga por delante”.
En la final el domingo, Djokovic se topará con Daniil Medvedev, el campeón del US Open en 2021. El ruso avanzó tras doblegar 7-6 (3), 6-1, 3-6, 6-3 al campeón defensor Carlos Alcaraz en la segunda semifinal.
Medvedev había pronosticado que tendría “11 sobre 10” para vencer al español de 20 años.
¿Cómo calificó su actuación ante Alcaraz la noche del viernes.
“¡Jugué 12 sobre 10!”, respondió.
Medvedev fue quien le impidió a Djokovic completar el Grand Slam en el mismo año al vencerle en la final de Flushing Meadows en aquel 2021.
Desde el comienzo del torneo hace dos semanas, la expectativa era tener otra final Djokovic-Alcaraz. Hubieran reeditado el duelo por el campeonato de Wimbledon en julio, cuando Alcaraz superó a Djokovic en cinco sets.
En su lugar, el rival será Medvedev. El ruso de 27 años disputará su tercera final del US Open en cinco temporadas y su quinto partido por el título de un grande en total.
Sucumbió ante Rafael Nadal en Nueva York en 2019, y contra Djokovic en el Abierto de Australia en 2021 y 2022.
“El desafío será enfrentar a alguien que ha ganado 23 Grand Slams y yo sólo tengo uno”, dijo Medvedev sobre medirse contra Djokovic. “Cuando le gané aquí, yo pude superar mis límites, así que tendré que volver a hacerlo. No hay otra manera”.
Medvedev había perdido dos veces ante Alcaraz esta temporada, incluyendo una semifinal en Wimbledon.
Pero preparó un plan de juego que desquició a Alcaraz. Fue paciente, se fue bien al fondo para devolver los saques de Alcaraz y desató una ráfaga de golpes cruzados.
“Los lanzaba desde su casa. Fue algo alucinante de cierta manera”, dijo Alcaraz con una sonrisa.
Un momento clave: Del 3-3 en el desempate del primer set, Medvedev se llevó los siguientes cuatro puntos y ese parcial.
“Perdí la cabeza”, reconoció Alcaraz. “Fue un momento de desconexión mental que me costó el resto del ‘tiebreak’ y el segundo set”.
“No he podido encontrar soluciones”, añadió. “Después de este partido, tendré que cambiar mi manera de pensar. No soy lo suficientemente maduro todavía para manejar este tipo de partidos. Son cosas que debo mejorar”.
Si Djokovic acaba alzando el trofeo esta vez, quebrará un empate con Serena Williams por el récord de más coronas de individuales en las grandes citas del tenis en la era abierta.
“Es otra oportunidad para hacer historia”, dijo Djokovic.
El duelo Djokovic-Shelton lució muy desigual en los papeles. Después de todo, Djokovic comparecía a su 47ma semifinal en un Slam — un récord — y disputaba su partido número 100 en el US Open. Shelton, 47mo en el ranking, apenas jugaba su primera semifinal de un grande y su séptimo partido en Flushing Meadows.
Shelton fue el campeón universitario de sencillos el año pasado, con la Universidad de Florida, y fue la revelación del último Slam de la temporada con la potencia de su raqueta — amaneció el viernes como el líder de aces del torneo, con 76. También llamó la atención por flexionar los bíceps al ganar puntos o celebrar sus victorias pretendiendo que colgaba el teléfono.
Fue una rutina que tomó prestada de Grant Holloway, un multicampeón mundial de los 110 metros con vallas y, como él, egresado de la Universidad de Florida.
Shelton negó que el gesto de Djokovic al final le hubiera irritado.
“No me gusta cuando entro a las redes sociales y veo a gente diciéndome cómo puedo o no celebrar”, señaló. “Si ganas el partido, tienes el derecho de celebrar como te plazca. Cuando era niño aprendí que la imitación es la forma más sincera de adulación, y eso es todo lo que voy a decir”.