Iga Swiatek viene de conseguir su tercer título en cuatro años en el Abierto de Francia. En septiembre pasado ganó el Abierto de Estados Unidos por primera vez. Es la misma superficie que se utiliza en el Abierto de Australia, torneo en el que ha llegado a las semifinales.
Pero, ¿y el césped? Wimbledon, que inicia el lunes, ha sido su Grand Slam menos exitoso hasta este momento. La polaca tiene marca de 5-3 en el All England Club — comparado a su foja de 28-2 en Roland Garros — y esas tres derrotas han sido en la primera, tercera y cuarta ronda.
Swiatek, que se mantiene como la número uno del mundo desde el primero de abril del 2022, dio un indicio de lo que piensa de su juego en césped después de que en París le preguntaron si aún le importa alcanzar las fases finales de un major.
“Bueno, depende, si alcanzara los cuartos de final en Wimbledon estaría extasiada”, respondió Swiatek, “y no creería que estoy en ese lugar”.
Aunque otras jugadores están más de acuerdo con la valoración de la estadounidense Claire Liu, quien dijo tras enfrentar a Swiatek en París que “diría que es buena en todas las superficies”, el jugar en esta superficie conlleva un sentimiento específico para la tenista de 22 años.
Dos términos surgen cuando se refiere a jugar en césped: “incómodo” y “un reto”. Es un contraste a cómo se siente en la arcilla.
Pero no hay que olvidar que Swiatek fue campeona del torneo juvenil en Wimbledon en 2018, por lo que no es que sea una superficie completamente ajena. Pero insiste: “En césped a veces es más difícil y tengo mucho que aprender”.
Todo lo que hace bien en la arcilla o la cancha dura debería poderlo traducir fácilmente al césped. Sus potente forehand. La forma en la que defiende tan bien. Pero sobre todo, la forma en la que Swiatek puede resolver un encuentro, encontrar la debilidad de su rival y contrarrestar sus errores con algunos cambios.
Hay otras mujeres que han demostrado que pueden hacerlo bien en césped en Wimbledon. Como Elena Rybakina, campeona 2022; Ons Jabeur, finalista de 2022; Petra Kvitova, dos veces campeona; y Aryna Sabalenka, semifinalista de 2021.
Pero hay muchos que seguirán dudando si Swiatek podrá encontrar la forma de resolver las cosas. “Es el poder”, aseguró Agnieszka Radwanska, finalista en 2012 en el All England Club y la única polaca que ha llegado a la final en 85 años.
“Hay otras jugadores que le pegan fuertemente a la bola”, añadió antes de explicar que el giro que le da Swiatek a sus tiros tienen más oportunidad de caer consistentemente a diferencia de los golpes planos que generan más errores.
Tras verla vencer a Karolina Muchova en tres sets en la final de Roland Garros, la directora del torneo Amelie Mauresmo dijo que cree que Swiatek tiene lo necesario para prosperar en Wimbledon.
“Tiene que hacer unos ajustes, quizá algo técnico en su juego”, indicó Mauresmo, quien ganó Wimbledon y Australia en el 2006, “pero no veo por que no, con su consistencia y habilidad física y mental podría romper la brecha”.