Un grupo de jugadoras de todo el mundo le pidió a la FIFA a finales del año pasado que incrementara el monto de los premios para la Copa Mundial femenina. No era la primera vez que pedían subir el fondo, pero esta ocasión fue diferente.
Las jugadoras no sólo querían un fondo igual al de la Copa Mundial masculina, también querían garantizar que un porcentaje se destinará directamente a las jugadoras.
Aunque no hubo equidad con los hombres, la FIFA incrementó el fondo de los premios casi tres veces más que lo que pagaron en el Mundial 2019 en Francia.
No solo eso, el organismo rector del fútbol mundial acordó en junio que una parte de ese fondo se pague directo a las jugadoras —a todas las 732. Cada jugadora ganará al menos 30.000 dólares y el monto incrementará si la selección avanza. Las 23 jugadoras que ganen el torneo recibirían 270.000 dólares cada una.
Esto es significativo para muchas futbolistas que no cuentan con clubes que paguen sus salarios, son semi-profesionales o incluso amateur. El año pasado la FIFA publicó un reporte en el que aseguró que el promedio de salario de las jugadoras es de 14.000 dólares al año.
Además las condiciones con las que contarán en Australia y Nueva Zelanda —como el traslado y estadía— será igual al de los hombres.
“Aún tenemos un largo camino que recorrer, pero darle el pago directo a las jugadoras es importante. Que cada jugadora reciba 30.000 dólares es importante ya que usualmente el dinero va a las Federaciones y las jugadoras no ven mucho de ese dinero“, reconoció la delantera de Estados Unidos Alex Morgan.
Para el primer Mundial femenino de 32 equipos se tendrá un fondo de 152 millones de dólares. Ese total cubre los premios, la preparación de equipos y pagos a los clubes. Este es un incremento del Mundial 2019 cuando se contó con un fondo de 40 millones.