Se cumplen 20 años de la consagración de Juan Pablo Montoya en el GP de Mónaco: “Estaba que se fundía el motor”

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Juan Pablo Montoya en el podio del GP de Mónaco 2003 | jpmonty2
Juan Pablo Montoya en el podio del GP de Mónaco 2003 | jpmonty2

Este 1 de junio de 2023 es una fecha especial para el deporte colombiano. Un día como hoy, pero del 2003, Juan Pablo Montoya (Williams-BMW) dejó su nombre marcado en letras doradas en una de las carreras del campeonato de Fórmula 1 más icónicas y especiales para los pilotos de automovilismo, el Gran Premio de Mónaco en Montecarlo, o como la describiría él mismo en palabras para Claro Sports, “la carrera estrella de campeonato, la más histórica, la que tiene más pedigree”.

No fue un fin de semana fácil para Montoya. En la pruebas de clasificación, el colombiano no pudo repetir lo hecho un año anterior (2002), cuando consiguió la pole position. Al final, Montoya terminó obteniendo la tercera casilla en la parrilla de salida, superado por su compañero de equipo Ralf Schumacher con un tiempo de 1:15.259 y Kimi Räikkönen (McLaren-Mercedes) con 1:15.295.

Sin embargo, un piloto con tata experiencia, era consciente que, si bien largar de primero es de gran ayuda en un circuito callejero como este, donde no es fácil sobrepasar a los demás pilotos, esto no representaba una victoria asegurado. El mismo ya había vivido esta situación cuando tuvo que retirarse por problemas en el motor de su Williams FW24 en la edición del 2002, por lo que en el 2003 esto no lo preocupaba, pues tenía todo un plan en su cabeza que lo terminaría llevando a la victoria.

“Creíamos que teníamos un buen carro para la carrera y sabíamos que también teníamos buen ritmo para la carrera. Sabíamos que Ralf era mejor en una vuelta ahí y estaba más cómodo que yo en cuanto a llantas nuevas, pero ya para ritmo de carrera sabíamos que la única oportunidad de ganar era en las paradas a pits y tocaba quedar lo más cerca de Ralf. Eso era lo que teníamos en mente”, contó el piloto bogotano.

Y así fue. Montoya tuvo una largada impecable que le permitió superar a Räikkönen y ubicarse por detrás de Ralf, quien con el pasar de las vueltas fue perdiendo ritmo por el desgaste de sus neumáticos y veía cómo el colombiano lo apretaba desde atrás.

La carrera se terminó definiendo en los pits, tal y como Juan Pablo lo tenía planeado. Luego de la primera parada de Ralf, Montoya marcó los mejores tiempos y, tras su detención, logró salir por delante del alemán, y retomar la punta luego de las paradas de Raikkonen y Michael Schumacher (Ferrari), los dos pilotos de los que defendió esa primera plaza apunta de nervios de acero y talento frente al volante.

La carrera fue muy distinta desde adentro que de afuera

No es mucho lo que se ha hablado sobre lo que tuvo que vivir Montoya a lo largo de los 78 giros que se dieron en el GP de Mónaco. Así lo confesó el piloto colombiano: “La carrera fue un poquito diferente desde adentro del carro que de afuera, porque la gente lo ve por fuera super emocionante”.

Sin embargo, todo es muy distinto para quien tiene que manejar a velocidades tan altas y lidiar con una máquina construida, finalmente, por seres humanos y que pueden llegar a presentar fallas: “Dentro del carro íbamos metiendo cambios súper bajitas de revoluciones porque estábamos quedándonos sin aceite en el motor y nos íbamos a varar”, contó el piloto colombiano.

Y agregó: “Estaba que se fundía el motor por falta de aceite y estábamos ahorrándolo lo mayor posible de revoluciones para cuidarlo. Por eso es que íbamos tan cerca”, esto haciendo referencia a lo cerca que se mantuvieron durante una gran cantidad de vueltas Montoya, Raikkonen y Schumacher.

De acuerdo a lo que recuerda Montoya de ese día en el que dejó su nombre y le permitió al mundo entero escuchar el himno de Colombia en el podio, “teníamos suficiente velocidad para ir mucho más lejos, pero la verdad la mayoría de la carrera la estábamos guardando”.

Aquel 1 de junio del 2003, Montoya marcó un capítulo importantísimo en el libro de la historia del deporte colombiano. Su legado en el automovilismo quedará marcado en letras doradas, no solo por esta victoria, sino por todo lo que hizo en la F1 y en otras categorías, como cuando conquistó en el año 2000 y en su primer intento, la legendaria carrera de las 500 Millas de Indianápolis en la Indy Racing League.

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