Galera, bastón y amor: las claves del triunfo histórico de Colombia ante Alemania

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Una postal para la historia. Reuters

En un partido vibrante y más de 40 mil personas, la Selección Colombia le ganó a Alemania 2-1 en Sydney gracias a los goles de Linda Caicedo y Manuela Vanegas cuando caía el telón del encuentro. Por las alemanas había empatado Alexandra Popp de penal. El país enteró madrugó y los que no, se despertaron temprano después del grito que se oyó en las calles tras el segundo tanto. La Tricolor está en octavos de final.

La magia de Linda Caicedo

La primera parte fue compleja para Colombia, quiso igualarse con las alemanas en lo físico y perdió la mayoría de los duelos. Para la etapa complementaria se soltó y comenzó a jugar su fútbol. Tanto así que en las pocas que tuvo Linda Caicedo, marcó uno de los mejores goles en lo que va del Mundial. Todo, tras una semana compleja después de todo lo que pasó en el entrenamiento cuando se pensó lo peor.

Saber sufrir

En uno de los pocos parpadeos de la defensa colombiana, Catalinda Pérez cometió un penal que fue transformado en gol cuando se acababa el partido. Antes que la central diera los minutos de adición. Supieron sufrir, estiraron lo que más pudieron el primer tanto y tuvieron su recompensa a los 96 minutos con el tanto histórico de Manuela Vanegas.

Más que tres puntos

La Selección Colombia no solamente consiguió el tiquete a los octavos de final. Además de eso, acabó con un invicto histórico que tenía Alemania. Desde 1995 no perdía un partido en un Mundial de la categoría. Lo hicieron las nuestras que no bajaron los brazos y miraron a las alemanas a los ojos desde el primer minuto. ¡Se vale soñar!

El trabajo silencioso de Mayra

Es muy importante esta jugadora en el esquema de Abadía. Es la encargada de pelear con las defensas rivales. Luchar, juntarlas y dejar que sus compañeras tengan más campo libre. Volvió a jugar un partidazo. Incluso, después que ella disputara el balón con tres alemanas, nació el tiro de esquina que derivó en el primer tanto del cotejo. Calladita y sin mucha prensa, brilla y se echa el equipo al hombro.