Hay jugadores que nacieron para ganarlo todo. Ciertamente, son muy pocos los destinados a reventar las leyes de la lógica y aparecer en los libros palmarés como máximos triunfadores en cualquier latitud o escenario que se les ponga en frente.
Así es Julián Álvarez. El exjugador de River Plate se convirtió en el primer futbolista argentino en ganar Mundial, Champions League y Copa Libertadores. Con 23 años ya tiene una carrera espectacular y una vitrina para mostrar que leyendas de este deporte envidiarían.
De hecho, solamente cuatro jugadores habían conseguido ese trío de trofeos. El dominio de Brasil en las grandes canchas del mundo hizo que fuera, hasta hoy, un club exclusivo de brasileños: Dida, Roque Junior, Cafú y Ronaldinho consiguieron el hito.
Aunque Álvarez no jugó la final, pero estuvo siempre a la orden en el banquillo como solución para Pep Guardiola en caso de una eventualidad. Su primera temporada en el Manchester City ya es un escándalo que merece ser empatado con aplausos. El favoritismo con el que llegaba el conjunto inglés cumplió con la expectativa, aunque el Inter de Milán hizo una final digna y a la altura.