El Tiburón llegaba en alza. El pésimo arranque que tanto preocupó a la afición de Barranquilla se venía quedando atrás con los recientes resultados del Junior, que ya anda por mitad de tabla buscando su clasificación a la siguiente fase del campeonato. En frente, un Jaguares de Córdoba que no ha tenido buen semestre y está corriéndole al límite numérico para no renunciar a sus opciones.
Un inicio de mucha fricción trajo buen ritmo al partido. La resistencia que propuso la visita se fue quedando en el camino con los varios intentos albirrojos, que iniciaron con un remate de media distancia de Vladimir Hernández al que Soto llegó con gran habilidad en el salto y sin dar rebote.
Dídier Moreno hizo suspirar al Metropolitano con un cabezazo que pasó a centímetros del palo y ya ilusionaba. Hinestroza también tuvo la suya en un disparo que se fue desviado cuando el esférico le había quedado pleno para quemar al guardameta. Bolillo Gómez, a decir verdad, no se veía muy a gusto con lo que veía y todo apuntaba a que Wálmer Pacheco fuera sustituido, pues fue el único amonestado de la primera mitad.
Las mejores ocasiones de la primera parte estuvieron en los pies de Carlos Bacca. El experimentado delantero pegó sin mucho ángulo y la pelota se fue a la parte externa de la red en la primera oportunidad. Luego, justo antes del entretiempo, Cariaco González metió un pase espectacular para dejarlo mano a mano, pero Soto volvió a ser gigante. Increíblemente, todo estaba en tablas al descanso y el desespero se apoderaba de la grada, que no entendía cómo no habían celebrado ni una anotación.
Y lo esperado se dio. Bolillo no iba a correr riesgos con Pacheco y le dio ingreso a Berrío. Por su parte, Piscis Restrepo sustituyó a Copete por Arboleda. Así inició un segundo tiempo con el cambio del Junior rindiendo frutos: primero, con un remate de media distancia; luego, con un pase al espacio que Bacca tampoco supo aprovechar. La gente ya se había empezado a meter con el atacante, cuando vino su salida por Luis Sandoval.
El ahogo de Junior ya no era tan superior. Jaguares seguía con su bloque bajo y encontraba momentos para manejar la pelota e intentar aventuras en largo que no significaban mayor riesgo para la zaga local. Quedaban 15 minutos y había caras de desilusión entre los hinchas del Junior. A veces sale la luz cuando todo está más oscuro.
En medio de las imprecisiones y la falta de opciones, llegó un rebote afuera del área. Edwin Herrera llegó desde atrás con potencia para pegar un zurdazo espectacular que dio contra el palo y fue a dar al fondo de la red al 77′. El grito de júbilo en las tribunas era un desahogo. Los jugadores de Jaguares reclamaban una falta sobre Rojas antes del disparo, pero el VAR confirmó que todo era lícito.
Pablo Rojas tuvo una en el tiempo de adición con un cabezazo en el área chica que tomó altura. Más increíble, el saque en largo de Soto que llegó a Mendoza y un remate al palo cuando quedaba el último minuto. Junior tuvo que sufrir para consumir el poco tiempo que quedaba para celebrar una victoria que no era solamente eso. Significaba continuar el salto de confianza y meterse parcialmente en el grupo de los ocho equipos que estarán disputando el título. Oficialmente, el Tiburón está en la pelea.