Nueva salida para el Embajador. El Campín de Bogotá se vistió de fiesta para el partido entre Millonarios y Boyacá Chicó en la segunda jornada de los cuadrangulares de la Liga BetPlay Dimayor 2023-I. Los empates de la primera fecha abrían el camino perfecto para que el cuadro albiazul tomara distancia y se ilusione con aprovechar aquel punto invisible por ser cabeza de serie.
Sin embargo, en frente estaba un Ajedrezado que supo hacer una buena campaña para estar en la parte alta de la tabla de posiciones la mayor parte de la primera fase. El reciente empate en Tunja daba una idea muy vaga de lo que podría ser el duelo, pues Alberto Gamero utilizó una nómina alterna en esa oportunidad y para la noche este sábado fue con lo mejor de sus elementos disponibles.
Boyacá Chicó jugó con un lazo
Totalmente inesperado. El Millonarios jugón y que controla la pelota desde el arranque de los partidos no pudo aparecer por un buen rato. La visita propuso un juego muy inteligente en el que controlaba la pelota en el fondo y esperaba la presión alta. Al encontrar el primer pase al medio, el paso siguiente era descargar siempre hacia el sector derecho con Romir Balanta.
Precisamente ese hombre, que corrió lo que no está escrito, elaboró las ocasiones de mayor peligro. Fue un verdadero dolor de cabeza para Jorge Arias y las dos que compartió con Sebastián Támara fueron un suplicio para el hincha albiazul. La primera fue una gran volada de Montero y la otra terminó al fondo de la red, pero la jugada se anuló por posición adelantada. Hasta ahí Millonarios estaba amarrado e incómodo, pero vino el revés.
Montero tiene el acelerador anímico
El portero de Millonarios dio bastantes vidas para que su equipo despertara. Encontró su habitual estilo colectivo para mantener el peligro lejos como primer objetivo y, luego, para dar el golpe al minuto 37. Una gran jugada colectiva liderada por Mackalister Silva puso a jugar a todo el medio campo. La pelota le llegó a Beckham Castro para un pase fenomenal al espacio y Leonardo Castro definió con un zurdazo imparable para Caicedo.
Y faltaba lo mejor. Una mano abierta de Jorge Arias en el área provocó el llamado del VAR para Jhon Hinestroza, quien la miró con calma y determinó penalti para Boyacá Chicó cuando ya se extinguía el tiempo de la primera mitad. Balanta fue al cobro para poner algo de oro a su buena presentación, pero se encontró con un Álvaro Montero enorme. El golero voló hacia su palo derecho y atrapó en doble acción una pelota que se celebró más que el mismo gol. Figurón en el arco Embajador.
Un jaque mate al Ajedrezado
El segundo tiempo arrancó sin modificaciones. El espectáculo de Montero continuaría con unas parada impresionantes a los remate de Peña y Gómez. Boyacá Chicó veía como todos sus esfuerzos se esfumaban en las manos de un guardameta en su noche.
Los bríos de la visita encontraron nuevos momentos para inquietar. Justo cuando el empate parecía cerca, Elkin Mosquera cometió un pecado capital. Agarró con todo a Leonardo Castro para que no se escapara solo hacia el arco y vio la segunda tarjeta amarilla. Con esa expulsión, todo se le iba a complicar más al Ajedrezado.
A pesar de las desventaja en efectivos, Chicó se las ingenió para arriesgar en procura del empate y padecer, relativamente, poco en defensa. En un movimiento inteligente, Gamero remplazó a Larry Vásquez y a Jorge Arias, que tenían tarjeta amarilla, con Vega y Bertel.
Chicó metió en su arco a Millonarios y llenó de nervio el final del encuentro con centros seguidos que obligaron a la mayor concentración de la zaga del Embajador. Triunfo importantísimo para Millonarios, que sigue montado en la primera posición del campeonato y sueña con la estrella del proceso de Alberto Gamero.